Descubre qué hace que un par sí aguante un ciclo escolar completo… Y más
México. -¿Ya tienes el calzado que usarán tus hijos en este nuevo ciclo escolar? o de color neutro parece algo difícil teniendo en cuenta el número de opciones que hay en el mercado, pero con las recomendaciones que te daremos a continuación, podrás adquirir una opción que priorice el bienestar de los pies y la comodidad de los niños.
1. Piensa en el movimiento que hacen diariamente
Cada infante o adolescente tiene una rutina diferente; es importante que entiendas esto antes de ver marcas o tallas, de lo contrario, podrías escoger un modelo con características que no se adecúen a lo que requieren. Si necesitas ayuda para identificar patrones de actividad en su día a día, utiliza las preguntas que te compartiremos a continuación:
¿Pasan muchas horas de pie?
¿Cuántas veces a la semana les toca educación física?
¿Tienen recreos activos o tranquilos?
A la par, te sugerimos que veas el estado del último calzado que usaron. Una suela que se quedó lisa demasiado pronto, o cuyo interior perdió forma antes de tiempo, dice más que cualquier etiqueta.
En términos claros, el desgaste rápido es señal de que a tu hijo le conviene una opción con refuerzos en talón o puntera; en cambio, una deformación indica que vale la pena un par con mayor soporte estructural.
2. No compres algo grande solo para que “dure”
Pedir medio número más con la idea de que el pie crecerá pronto es un hábito común, pero suele terminar en incomodidad, torpeza al caminar y desgaste del calzado. El zapato se doblará donde no debe, provocará fricción y, en lugar de durar más, se echará a perder antes de tiempo.
El ajuste correcto hace que el pie se apoye bien desde el talón hasta los dedos. Si queda flojo, el niño compensa con los dedos o arrastra el pie sin darse cuenta; si queda muy justo, al primer cambio de clima o uso prolongado, se volverá desagradable. La clave, pues, es que haya un pequeño margen de aproximadamente medio centímetro entre el dedo más largo y la punta.
, hombre y niños, marca con diferentes tipos de tecnología que cuidan la postura y se sujetan a la perfección, sin apretar. Más adelante, conocerás algunos modelos con un diseño apropiado para el ámbito escolar.
3. Elige suelas ligeras que no resbalen
Aunque las suelas pasan desapercibidas cuando de elegir un nuevo par se trata, son las responsables de prevenir resbalones; también brindan estabilidad, flexibilidad y confort al caminar o correr.
Te aconsejamos que las escojas de goma o materiales que ofrezcan tracción real, incluso en superficies lisas como loseta o cemento pulido. Si son muy rígidas o pesadas, van a dificultar el movimiento natural del pie; si son muy delgadas, se desgastan rápido y dejan de proteger.
Asimismo, fíjate en el diseño del dibujo en la suela, ya que algunos patrones contribuyen a que no se acumulen piedras o tierra, y mejoran el agarre, algo útil para niños que usan el mismo calzado para actividades físicas y recreo.
Modelos como el PUMA Rickie V, tienen una suela de goma, que no deja marcas; su diseño integra un modelo de cuero sintético, así como un ajustador elástico y una presilla en el talón que ayuda a colocar los tenis de manera sencilla. Se encuentran disponibles para pequeños de 0-4 años y de 8-16.
4. Escoge materiales duraderos
Por un lado, el exterior tiene que ser resistente, aunque no al punto de ser rígido; por el otro, el interior debe mantener su forma, incluso después de varios meses. Los materiales sintéticos de buena calidad o textiles reforzados soportan mejor el uso continuo, sobre todo si tienen doble costura o capas en las zonas que más se desgastan: puntera, talón y laterales.
El PUMA Rebound V6 para niños de 4-8 años y jóvenes, es un buen ejemplo de balance entre durabilidad y comodidad. Cuenta con una estructura que protege el tobillo, entresuela y suela de goma, con una construcción que prolonga la vida útil del zapato y evita que tengas que reemplazarlo a mitad del año.
5. Busca alternativas fáciles de limpiar
En general, aquellos de superficies lisas o que no tienen costuras o texturas profundas que acumulen tierra, son mucho más sencillos de limpiar con un paño húmedo para mantenerlos presentables.
En la medida de lo posible, evita materiales que se manchan al primer roce o que cambian de tono con la humedad; en caso de que el par tenga partes textiles, revisa que se puedan secar al aire sin deformarse ni perder color.
6. No caigas en la trampa de las apariencias
Por más que a tu hijo le guste un zapato por su apariencia, mantente firme respecto a adquirirlo. En plena temporada de “Back to school”, es común ver cómo una gran cantidad de modelos se promocionan por su aspecto, lo cual de nada sirve si no tienen todas las características que se han mencionado en párrafos anteriores.
Hay una gran cantidad de tenis con detalles atractivos y brillos que, al poco tiempo, ceden en los costados, se doblan o pierden amortiguación. Así que desconfía de las opciones que parecen más pensadas para lucir en fotos que para resistir el uso escolar.
Ahora que tienes claro qué buscar, elige con calma, compara opciones y apuesta por lo que realmente le va a funcionar a tu hijo este regreso a clases.