Después de un proceso legal que se extendió por más de un año, una menor de 14 años pudo regresar a vivir con su madre, Rocío, por decisión judicial emitida el 21 de mayo de 2025. La adolescente había sido puesta bajo custodia del Estado en noviembre de 2023, luego de que ambas buscaran atención médica relacionada con un embarazo no deseado.
En ese momento, Rocío acompañó a su hija a recibir orientación médica, tras lo cual surgieron complicaciones que llevaron a la menor a ser hospitalizada. A raíz de ese hecho, las autoridades iniciaron una investigación y determinaron separar temporalmente a la menor de su entorno familiar.
Durante su permanencia en instituciones de resguardo, la adolescente fue trasladada entre diferentes centros. La madre expresó preocupación por la seguridad de su hija y emprendió acciones legales para recuperar su custodia.
La resolución favorable se produjo tras la presentación de un amparo, que permitió que la menor regresara con su familia. Aunque una de las investigaciones abiertas contra Rocío fue cerrada, otra carpeta legal continúa en proceso.
Este caso ha reabierto el debate sobre los protocolos de atención a menores, los derechos reproductivos, y la necesidad de garantizar tanto la seguridad como el respeto a las decisiones de las adolescentes y sus familias dentro del marco legal vigente.