AMLO señaló que enfrenta acusaciones de violencia política de género sin pruebas contundentes.

Ciudad de México.- El presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), declaró que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no posee evidencias que respalden las acusaciones de violencia política de género hacia Xóchitl Gálvez, quien fuera candidata presidencial por la coalición Fuerza y Corazón por México.

Según la Sala Especializada del TEPJF, en diversas conferencias matutinas, conocidas como “mañaneras”, se registraron actos de violencia política de género por parte del mandatario.

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“Qué hice para ofenderla”, preguntó López Obrador en su conferencia del 12 de julio, rechazando las acusaciones y solicitando una revisión exhaustiva de las ‘mañaneras’. “A la gente le consta que eso nunca pasó”, enfatizó, calificando a los magistrados de “mentirosos y corruptos”.

El TEPJF, con mayoría de votos, determinó que López Obrador realizó comentarios que menoscabaron los derechos políticos de Gálvez en varias “mañaneras” de julio y agosto de 2023.

Las declaraciones del presidente insinuaban que Gálvez había obtenido su candidatura por influencia de un grupo de poder, y que su imagen fue utilizada para ganar simpatía entre los votantes, lo cual fue considerado violencia simbólica que perpetúa estereotipos de inferioridad y dependencia basados en género y origen étnico.

López Obrador comparó esta situación con las acusaciones previas de los periodistas Anabel Hernández y Tim Golden, subrayando la falta de pruebas en ambos casos. “Dónde están las pruebas”, insistió el presidente, defendiendo que nunca influyó en la votación a favor de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

Aunque el TEPJF ha establecido la responsabilidad de varios funcionarios de la Presidencia en la difusión de los contenidos infractores, como Jesús Ramírez Cuevas y otros, quienes serán inscritos en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política en Razón de Género.

Además, se instruyó al Órgano Interno de Control de la Presidencia para determinar las medidas a seguir.

Este fallo del TEPJF ha suscitado un amplio debate sobre la influencia de las declaraciones públicas y la responsabilidad gubernamental en sostener un discurso exento de violencia de género.

Mientras tanto, López Obrador continúa defendiendo su inocencia y la inexistencia de pruebas que sustenten las acusaciones en su contra.