Ciudad de México
En su conferencia de prensa de este martes 6 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a Israel “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, recientemente detenido por Estados Unidos, a revelar las posibles conexiones de esa organización con funcionarios de Washington y México.
Ante el previsto juicio en Estados Unidos contra el que fuera fundador del Cártel de Sinaloa, AMLO insistió en que cualquier tipo de información que El Mayo pueda brindar “ayuda muchísimo” a aclarar los vínculos de los gobiernos mexicanos con el cártel.
“Que se sepa cuánto apoyo le daban las autoridades, que informe, quiénes lo protegían. Todo esto va a ayudar mucho”, dijo López Obrador
López Obrador insistió en que la detención de los principales capos de la droga de México revelará acuerdos de los narcos con las autoridades de México y Estados Unidos.
Juicio en el mismo tribunal que El Chapo
Según el The New York Times, Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, será trasladado de El Paso, Texas, a Brooklyn, Nueva York en una fecha aún por determinar.
De esta forma, el capo será juzgado en el mismo tribunal donde Joaquín “El Chapo” Guzmán fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua.
Recordó que “El Mayo” fue acusado por primera vez en Estados Unidos hace más de dos décadas y enfrenta otras acusaciones no sólo en Brooklyn, sino también en El Paso, Chicago, Washington y San Diego.
Las fuentes dijeron al medio que el Departamento de Justicia decidió enviar a “El Mayo” a Brooklyn porque sentían que el caso ahí era sólido y estaban preocupados por los problemas de seguridad por la cercanía de la frontera mexicana.
La versión fue confirmada posteriormente por el abogado de Zambada, Frank Pérez, en declaraciones a la agencia EFE.
Zambada llegó a El Paso el 25 de julio en un avión privado junto con Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo, quien supuestamente lo secuestró.
“El Mayo”, quien por décadas encabezó el Cártel de Sinaloa y fue estrecho aliado de “El Chapo”, era el narcotraficante más buscado por Estados Unidos, con una recompensa de 15 millones de dólares.