Washington, Estados Unidos

El pleno de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó, por 215 votos a favor y 214 en contra, tras 24 horas de discusión, el proyecto de presupuesto del presidente Donald Trump, que incluye el impuesto de 3.5% a las remesas que envían a sus países de origen los migrantes, en especial, los mexicanos.

El proyecto presupuestal que ahora se enviará a la Cámara de Senadores para su evaluación y voto, es una victoria, aunque apretada para Trump, que con este aval saca adelante su agenda de recorte de impuesto, en particular, para los más ricos, al mismo tiempo que fortalece su política antimigratoria.

El plan fiscal tuvo la oposición de los congresistas demócratas y de algunos republicanos, conscientes de que la legislación agregará 2.4 billones de dólares a la deuda pública del país en 10 años.

La medida de gastos contiene reglas para bajar impuestos a los ricos, a las grandes corporaciones y robustece al portafolio presupuestal para ampliar las redadas antimigratorias, construir más kilómetros del muro fronterizo y darle más dinero al Pentágono para las deportaciones y la militarización de la frontera sur.

La propuesta también busca fondos para la construcción del escudo antimisiles Golden Dome de Trump y crea cuentas de ahorro para estimular la natalidad.

Para compensar el aumento del gasto, la legislación incluye recortes a la financiación de programas de seguridad social, junto a restricciones a los programas de ayuda de comida y de asistencia sanitaria Medicaid y Medicare, entre los temas más polémicos en las negociaciones.

El plan de gastos dio luz verde, igualmente, a una enmienda que aplica un impuesto de 3.5% (no del 5 como estaba previsto) a las remesas que salen de Estados Unidos destinadas a países como México, que es parte de la estrategia republicana y de Trump para atacar a inmigrantes.

La aprobación en la Cámara de Representantes del plan de gastos del presidente Donald Trump, que incluye gravar las remesas, no en un 5 por ciento, sino en un 3.5 por ciento, fue recibida con entusiasmo por el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, quien la calificó como “un primer importante avance” en la defensa de la economía de los migrantes mexicanos.

Por su parte, el senador mexicano, Ignacio Mier, resaltó que la misión de legisladores mexicanos en Washington continuará para persuadir al Senado de que el impuesto a remesas representa una doble tributación.

El senador por Morena destacó que se afectarían injustamente a las familias más vulnerables y que también puede desestabilizar los canales financieros regulados y la migración.

“Agotaremos las posibilidades políticas a nuestro alcance”, sentenció.

Con información de López-Dóriga Digital y EFE