La crisis económica en Estados Unidos (EU) reduce las remesas a Michoacán, afectando la economía local, señala el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Morelia, Michoacán.- Ante la reducción en el envío de remesas a Michoacán, el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, vinculó el fenómeno con un proceso de desaceleración económica en Estados Unidos, que ya se manifiesta en cifras preocupantes sobre el empleo y la actividad productiva.
En rueda de prensa desde Casa Michoacán, el gobernador señaló:
“Donald Trump acaba de correr a la encargada de estadística laboral de los Estados Unidos porque efectivamente hay una reducción significativa de remesas. Pero también hay una pérdida muy considerable de empleos en los Estados Unidos, 220 mil empleos se perdieron, 4.2 de desempleo, que es una cifra alarmante”.
Según el mandatario, la pérdida de empleos y el aumento del desempleo responden, en parte, a políticas económicas restrictivas adoptadas por el gobierno estadounidense, como la imposición de aranceles a insumos clave para su industria.
“La industria norteamericana de todo tipo, de tecnología, de vehículos, requiere insumos que vienen de todas partes del mundo. Si tú colocas aranceles a esos insumos, a esas autopartes, a esos elementos, ¿Qué ocurre? Pues hay inflación, baja la demanda, baja el consumo, se pierden empleos”, dijo.
El gobernador también subrayó que existe una “persecución injusta” contra los migrantes, lo que está afectando directamente la fuerza laboral.
“La fuerza laboral de Estados Unidos, que depende en gran medida de los migrantes, no está yendo a trabajar, pero también no están yendo a las escuelas, los niños, las niñas, los jóvenes”, agregó.
A juicio del mandatario michoacano, estas condiciones están mermando la capacidad de los trabajadores mexicanos para enviar remesas, lo cual afecta directamente a la economía de Michoacán, que es una de las principales receptoras de estos recursos en el país.
Aunque no precisó cifras locales, Ramírez Bedolla dejó claro que la caída de remesas no es un hecho aislado, sino parte de un fenómeno estructural que compromete tanto la estabilidad económica como la convivencia social en el país vecino.
“Entonces hay una situación económica que empieza a complicarse en Estados Unidos, pero también una situación social que está generando estragos de convivencia”, concluyó.