Sobre las instantáneas, en las que aparecía descalza, dijo: «Fue una decisión estúpida ir directamente de un festival al trabajo. Debí esperar un día. Pero me iba a pasar de todos modos, había un montón de fotos en las que se me veía borracha».
Agencias / La Voz de Michoacán
La supermodelo, de 31 años, ha luchado durante años con problemas de adicción, pero ahora ha lanzado una gama de vinos sin alcohol después de dejar la bebida hace casi dos años para mantenerse a sí misma y a otros alejados de esta sustancia.
La estrella explicó a The Times cómo cambió su estilo de vida después de que su adicción a las drogas la hiciera tocar fondo: "Solía pensar que las drogas y el alcohol me ayudaban a salir adelante... pero no fue así, me mantuvieron triste y súper deprimida. Siento que he recuperado mi poder y que no me controlan otras cosas".
Cara también admitió que la primera vez que se emborrachó fue en la boda de su tía en 2001, cuando tenía ocho años, y añadió: "Ese día me emborraché. Tenía ocho años, ¡qué edad más loca para emborracharse!".
La modelo causó preocupación por su estado físico y mental cuando en 2022 salieron a la luz unas fotos suyas con un aspecto lamentable a la salida del aeropuerto Van Nuys de Los Ángeles tras asistir a un festival.
Sobre las instantáneas, en las que aparecía descalza, dijo: "Fue una decisión estúpida ir directamente de un festival al trabajo. Debí esperar un día. Pero me iba a pasar de todos modos, había un montón de fotos en las que se me veía borracha".l
La también actriz admitió recientemente que le sorprendió el "dolor" que le ocasionaba estar sobria, pues señaló que cuando dejó la bebida pensó que acabaría sintiéndose mejor por las mañanas después de salir y evitar el alcohol, pero en lugar de eso experimentó "terribles" dolores de cabeza al día siguiente, ya que acababa bebiendo refrescos repletos de azúcar.
En una charla con medios para promocionar su nuevo vino, explicó: "Hace casi dos años, cuando dejé de beber alcohol, pensé: 'Probablemente no saldré tanto, mi vida probablemente va a cambiar'. Y la verdad es que salgo mucho más que antes, lo cual es estupendo, aparte de que cuando sales, bebes un montón de azúcar. Me despertaba por la mañana con un terrible dolor de cabeza y me decía: '¿Qué? Estoy sobria para estar sana y ser feliz. En lugar de eso, sentía demasiado dolor".