La audiencia de Ovidio Guzmán en Chicago, clave para reducir su sentencia mediante colaboración con EE.UU. contra el Cártel de Sinaloa.
El , en Chicago, ha programado la próxima audiencia para Ovidio Guzmán López, conocido como El Ratón, líder del Cártel de Sinaloa y parte de Los Chapitos, el 9 de enero de 2026.
En esta sesión se fijará una fecha para su sentencia mientras Guzmán continúa colaborando con las autoridades de Washington para intentar reducir su pena.
Después de declararse culpable de cuatro cargos federales el pasado 11 de julio, Guzmán busca demostrar su valor como testigo cooperante durante los próximos seis meses. La jueza Shron J. Coleman evaluará si su testimonio contribuye a desmantelar el cártel mexicano.
Según el periodista Oscar Balderas, el desafío para Guzmán va más allá de firmar declaraciones. En los próximos meses, deberá proporcionar información detallada sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, como rutas de tráfico, socios, funcionarios involucrados, activos ocultos, redes de lavado de dinero y empresas fachada.
“Ovidio a la hora de demostrar que es un buen informante tiene que dar a conocer rutas de drogas, socios del cártel, apoyos políticos, propiedades, negocios fachada… Es decir, todo lo que un cártel necesita para sobrevivir”.
El más joven de los herederos de Joaquín El Chapo Guzmán asumió la responsabilidad de delitos graves relacionados con el narcotráfico para colaborar con el gobierno de EE.UU., evitar un juicio público y obtener una sentencia acorde a su nivel de cooperación.
Además, tras el juicio en EE.UU., las autoridades mexicanas no participarán en las investigaciones, ya que se mantendrán confidenciales. Balderas señala que las declaraciones solo estarán disponibles para EE.UU. y no serán públicas.
“Mucha gente esperaba que hoy el propio Ratón dijera ‘A mí me pagaba el gobernador tal’ o ‘Yo aporté a la campaña de tal persona’… pero es justamente lo que está evitando Ovidio, el juicio público en el cual a él se le va a dar a conocer quiénes son los personajes que han permitido el ascenso y la consolidación del Cártel de Sinaloa”.
“Es una lástima, porque toda la información criminal sobre las redes de complicidad y redes financieras que pueda tener el capo con grupos empresariales o eclesiásticos se lo queda Estados Unidos y no lo compartirá con México”, sentenció el periodista.