Morelia, Michoacán | Agencia ACG.– Desde San Juan Chamula, Chiapas, Claudia Sántiz llegó a desafiar los paradigmas de género y origen que marcaron su infancia. Predestinada a casarse a los 13 años y cuidar de su familia, su don de la rebeldía la llevó a crear un camino propio: la gastronomía.
“Cuando tenía ocho años me aventaron a cocinar para mantener a la familia. Mi primera receta fue un caldo de repollo: si no les gustaba, que le pusieran queso crema, pero lo tenían que comer. A los 17 años, la cocina se convirtió en mi compañera de vida”, recuerda Claudia.
Su infancia estuvo marcada por la cocina de su abuela paterna, rodeada de mujeres volteando tortillas y moviendo frijoles en el fogón desde las cinco de la mañana. De su madre heredó el respeto por la tierra y la vida en la milpa; de sus tías, la pasión por lo comunitario y por rescatar la historia gastronómica de su familia.
“Mi vida ha sido un constante aprendizaje entre el pueblo y la ciudad. En casa nos enseñaron a no decir que somos indígenas para protegernos, pero también nos dieron herramientas que hoy uso para reivindicar nuestra cultura. La cocina es poesía y memoria; cada ingrediente cuenta una historia”, dice Claudia.
Tras obtener su licenciatura en Gastronomía con la primera tesis en tsotsil de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Claudia trabajó con chefs reconocidos como Enrique Olvera y Eduardo García, y en restaurantes de renombre como Pujol, DUO Salado y Dulce, y Máximo Bistrot. En 2016 inauguró su propio restaurante en San Cristóbal de Las Casas, donde ofrece platillos chiapanecos elaborados con ingredientes locales y agroecológicos, mientras apoya a jóvenes a culminar sus estudios y promueve la conciencia ambiental.
Reconocida como una de las 100 mujeres más poderosas de México según Forbes y dentro del 50 Next de las chefs más prometedoras del mundo, Claudia sigue creando, enseñando y compartiendo la sabiduría de los pueblos originarios. “Sigo siendo rebelde, pero ahora construyo espacios llenos de amor y comprensión, donde otros jóvenes también puedan aprender y encontrar su voz en la gastronomía”, concluye.
Claudia presentó su obra Kokono’: De una mujer rebelde en Café Librería Michelena, ubicado en el centro histórico de Morelia. Fue un evento íntimo en el que convergieron gastronomía, memoria y comunidad para celebrar esta nueva etapa de su trayectoria.
Con esta presentación, cierra un círculo: del fogón de su infancia a un libro que recoge su voz, su historia y sus raíces, compartido en un espacio que mezcla café, libros y cultura.