Así nació lo que en sus inicios se denominó Abogadas de Michoacán, A.C. primera agrupación femenina de su tipo en México
TANIA HAIDÉE TORRES CHÁVEZ
Transcurría el año de 1975, cuando un grupo valiente y visionario de mujeres juristas encabezado por las abogadas nicolaítas María Guadalupe Morales Ledesma, Elia Maldonado Calderón, Hilda Navarro Skinfield, Martha Imelda González Huerta, Galdina Ortiz Zamora y Cecilia Chávez Cervantes decidió emprender un camino tradicionalmente reservado para los hombres: la abogacía colegiada, cuyo fin preponderante se basó en conjuntar en un mismo gremio a las mujeres egresadas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y llevar a cabo actividades académicas, culturales y sociales para procurar la ayuda mutua, la superación profesional y la igualdad de oportunidades para el ejercicio de la profesión jurídica.
Así nació lo que en sus inicios se denominó Abogadas de Michoacán, A.C. primera agrupación femenina de su tipo en México, refrendando su compromiso firme, con la convicción y el propósito de pugnar por la defensa de la dignidad profesional de las mujeres y procurar que el derecho se convirtiera en una herramienta en pro de una mejor sociedad.
Para dar cumplimiento a su cometido, las abogadas contaron en todo momento con el apoyo incondicional del licenciado Guillermo Morales Osorio, quien estaba convencido de la importancia de impulsar el trabajo de las mujeres abogadas para consolidar el estado de derecho que requería la conjunción de esfuerzos de mujeres y hombres juristas, quienes con su capacidad y estudio lograrían conformar un Estado más próspero.
Hubo otros importantes aliados con ese grupo de entusiastas abogadas, tal es el caso de los abogados Jorge Mendoza Álvarez y Juan N. Cano Tovar; pero también hubo quienes dudaron de la consolidación del grupo y presagiaron una efímera duración de la asociación, pensamiento que, afortunadamente, no se hizo realidad, puesto que, por el contrario, la Asociación se constituyó formalmente el día 7 de octubre de 1975, subsistiendo hasta la fecha por sus claros y decididos propósitos para alcanzar la justicia mediante la correcta aplicación del derecho.
Pese a que en sus inicios enfrentaron múltiples obstáculos, las socias fundadoras de la asociación civil Abogadas de Michoacán, siempre lucharon contra la resistencia social a que las mujeres manifestaran abiertamente su deseo de encontrar espacios de trabajo como titulares en ámbitos como la administración pública, la judicatura, el notariado o la postulancia. En todo momento han alzado la voz ante las injusticias en el contexto social, en los espacios laborales, e incluso en el seno familiar, pugnando siempre por la creación de normas en pro del reconocimiento de los derechos de las mujeres, entre los que se incluyen el trabajo digno, en igualdad de condiciones y de oportunidades.
Hoy, después de 50 años, ese grupo de mujeres ha incrementado su número y se ha consolidado también como un Colegio de profesionales del derecho, referente histórico y moral en la defensa de las mujeres, de las niñas, niños y adolescentes, en general, de los grupos más vulnerables de nuestra sociedad.
Su lema unidas por el derecho en aras de la justicia resume su razón de ser: la unión como fuerza transformadora, el derecho como instrumento de equidad y la justicia como fin último. Su ideal emana de una firme convicción de realizar acciones concretas en favor de la defensa no solamente de las mujeres, sino también de sus familias; de buscar la forma de incidir, vía el derecho y su aplicación efectiva en alcanzar un mejor entorno social, en el que haya justicia, armonía y paz.
Desde sus orígenes, las abogadas de Michoacán colegiadas y unidas por el derecho, se han distinguido por dar voz y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Su trabajo ha generado extraordinarios resultados, tal es el caso de la promulgación de leyes como el primer Código Familiar en el Estado de Michoacán, destacando el ahínco y esfuerzo de las mujeres integrantes del Colegio, quienes con sus conocimientos jurídicos y su sensibilidad innata propiciaron la redacción de su texto, lo que ha contribuido a que cada día sean más las disposiciones normativas que protejan los derechos de las mujeres y los grupos desfavorecidos socialmente.
El compromiso de las abogadas con la niñez, ha sido una constante en su trayectoria de trabajo, pues siempre han pugnado por su protección contra la violencia, la explotación y la discriminación, ejemplo de ello es su destacada actividad para la fundación de la asociación civil MESE (Menores en Situación Extraordinaria) “Vasco de Quiroga”, con el objetivo de proteger a los niños de y en la calle.
Es imposible dejar de referir su activa participación procurando abrir espacios de acceso real a la justicia, tan es así, que gracias a su incansable labor se logró la creación de los Juzgados de lo Familiar y la Agencia Especial de Delitos Sexuales en el Estado de Michoacán.
El incansable trabajo de la Asociación de Abogadas de Michoacán, logró que en el año 2020 se registrara ante la Dirección de Profesiones del Estado, el Colegio de Abogadas de Michoacán, Unidas por el Derecho en Aras de la Justicia, A.C. convirtiéndose así en el primer colegio de mujeres abogadas con reconocimiento ante la Secretaría de Educación en el Estado, lo que permite que sus integrantes tengan la certeza de su profesionalización, capacitación y actualización en temas relacionados con el ejercicio de la profesión jurídica.
Cabe destacar que las integrantes del Colegio de Abogadas de Michoacán han sobresalido en diversos ámbitos jurídicos, tan es así que una de sus socias fundadoras, la licenciada Cecilia Chávez Cervantes, fue la primera Magistrada del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, sin dejar de mencionar la notoria trayectoria de la licenciada María Guadalupe Morales Ledesma, también socia fundadora, que cuenta con una carrera profesional de reconocido prestigio en el ámbito de la judicatura, la administración pública y la docencia universitaria.
El dinamismo y entrega de trabajo al servicio del Colegio dio como resultado que la licenciada Yolanda Hernández Martínez, otra de sus socias fundadoras, en su gestión como diputada local, hiciera la gestión para obtener en donación un terreno, en el que gracias al trabajo colaborativo de las asociadas se construyó su casa sede, convirtiéndolo así en el único colegio de abogados en el estado de Michoacán, que cuenta con instalaciones propias, en donde sus agremiadas concurren para llevar a cabo actividades inherentes a cumplir sus fines.
Las socias activas del Colegio de Abogadas de Michoacán ejercen distintas actividades relacionadas con el derecho, algunas en temas de investigación, docencia, administración pública, postulancia, judicatura o del área notarial, sin olvidar la labor social en defensa de los grupos necesitados, pues gracias a la vocación de servicio de la abogada Noemí Castrejón Ponce, el Colegio continúa haciendo presencia en espacios en los que se busca salvaguardar la dignidad de menores, adolescentes y mujeres víctimas de injusticias sociales.
Nuestro Colegio ha perdurado a través del tiempo y sus agremiadas han logrado sumar abogadas que pertenecen a la nueva generación de juristas, tan es así que en su padrón se encuentran los nombres de mujeres como María Guadalupe González Valadez, Giovanna Cortez Miranda, Jarintzin Reséndiz Camacho, Araceli Gutiérrez Cortés, Natalia Villazan Morales, Lizbeth Torres Herrera, Dasha Hillary Sámano Saucedo, Elizabeth Alfaro Leal, Rosario Berber Cerda u Orime Ponce Méndez, quienes sumadas a la experiencia y trayectoria de nuestras fundadoras y de otras socias de vasta experiencia y trayectoria profesional como Josefina Ántunez Oviedo, Leticia Vázquez Álvarez, María de los Ángeles Hernández García o María del Carmen León Olvira, por mencionar sólo algunas, en ejercicio de un trabajo colaborativo y resiliente han demostrado que las mujeres, trabajando juntas, pueden hacer frente a cualquier obstáculo.
El camino no ha sido fácil, pese a todas las barreras encontradas, las abogadas integrantes del Colegio de Abogadas de Michoacán han convertido la adversidad en fortaleza y la dificultad en aprendizaje y continúan su trayecto unidas por el derecho en aras de la justicia.
Felices 50 años al Colegio de Abogadas de Michoacán y a todas sus integrantes.