Morelia, Mich.- Jueves 7 de marzo de 2025.- “Vamos a checar bien el tema, primero obvio que el juez tiene mucha responsabilidad. Pero también hay que ver la carpeta. Nos informan que el Ministerio Público que hizo la detención no fue el mismo que consignó. Entonces es un error también por parte de la Fiscalía”, declaró hoy jueves el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña, al referirse a la liberación de Jesús Rivera Aguirre, alias “El Chuy”, presunto lugarteniente del Cártel Jalisco Nueva Generación
(CJNG) en la región Zacapu.

Sus palabras evidencian lo que ya se temía: la decisión del juez Rubén García Mateos, del Centro de Justicia Penal Federal en Michoacán, de no vincular a proceso a “El Chuy” no fue sólo una cuestión de interpretación legal sino de fallas en el expediente.

“Por supuesto que vamos a pedir la observación, una queja ante el Consejo de la Judicatura por lo que respecta al juez, una queja, y respecto a la FGR pues vamos a pedir que también se revise”, sentenció Torres Piña.

La detención de El Chuy el pasado 25 de febrero fue un golpe importante contra el CJNG, pero no sin consecuencias. En respuesta, la organización criminal lanzó una ofensiva violenta con bloqueos carreteros y ataques armados que generaron suspensión de actividades en el área de Zacapu.

El 5 de marzo, cuando el juez decidió dejarlo en libertad argumentando deficiencias en la integración de la carpeta de investigación, la reacción del crimen organizado no se hizo esperar. Horas después, un comando armado atacó a los elementos de la Guardia Nacional sobre la autopista México-Guadalajara, a la altura de Churintzio, hiriendo a dos agentes y un presunto criminal fue abatido. Como represalia, los delincuentes incendiaron siete vehículos en distintos puntos del estado, incluyendo la carretera Zamora–La Piedad y la Pátzcuaro–Erongarícuaro.

El señalamiento de Carlos Torres sobre la responsabilidad de la FGR abre otro frente en el caso. Si la detención no se realizó correctamente o la consignación tuvo errores, el juez tuvo el argumento perfecto para liberar al presunto líder criminal. Sin embargo, el trasfondo va más allá de un simple fallo técnico: deja en evidencia la debilidad de algunas instituciones frente al crimen organizado, mientras “El Chuy” está de vuelta en las calles, retomando su bastión en Zacapu con cobros de piso, extorsiones, secuestros, narcotráfico, crimen organizado y terror.