La inteligencia artificial descifra las expresiones faciales de los animales, mejorando el diagnóstico de su dolor y estrés.
Investigadores del Reino Unido y otros países están desarrollando sistemas de inteligencia artificial para descifrar las expresiones faciales de los animales, relacionándolas con estados de dolor, estrés o emociones básicas. Esta tecnología, aún en fase experimental, busca mejorar el bienestar animal mediante diagnósticos más rápidos y precisos que los realizados por observadores humanos.
En campos del sureste de Inglaterra, se está probando un sistema diseñado por científicos de la Universidad del Oeste de Inglaterra y el Colegio Rural de Escocia. La herramienta utiliza cámaras que capturan el rostro de cada cerdo cuando se acerca al comedero. El programa no solo reconoce al individuo, sino que también ajusta su ración de alimento y envía alertas al encargado del cuidado animal si detecta signos de dolor o malestar.
Este método permite un cuidado individual en ambientes de producción intensiva, donde el seguimiento manual de cada animal es complicado. Según Science, en las últimas décadas se han desarrollado escalas de muecas específicas para especies como caballos, ovejas y gatos, que asocian movimientos musculares con niveles de dolor o estrés. Aunque útiles, estos métodos requieren observadores entrenados, lo que resulta en un proceso lento y poco práctico.
La inteligencia artificial se presenta como una alternativa más rápida y precisa: algoritmos entrenados con miles de imágenes aprenden a detectar variaciones faciales imperceptibles para el ojo humano. En pruebas recientes, estos sistemas han identificado dolor en ovejas con un nivel de acierto superior al de veterinarios especializados.
Además, el sistema logra una tasa de reconocimiento del 97% en la identificación de cerdos individuales y distingue signos de estrés en sus rostros.