El DIF Morelia ha identificado 41 casos de trabajo infantil en cruceros; el DIF trabaja para ofrecer apoyo y protección a estos menores.
De septiembre de 2024 a la fecha, el ha identificado a 41 niñas y niños en presunta situación de trabajo infantil en cruceros, aunque no todos los casos han podido confirmarse, ya que muchas veces los adultos a su cargo argumentan que “sólo acompañan”.
El presidente del DIF Morelia, José Manuel Álvarez Lucio, precisó en entrevista con Contramuro que 8 de estos menores ya no se encuentran en calle, tras aceptar los apoyos ofrecidos por la institución, como becas, incorporación a la escuela, comedores comunitarios, despensas o atención psicológica.
De los 33 casos restantes, 21 niñas y niños se encuentran plenamente ubicados, y se trabaja con sus familias para que acepten el acompañamiento institucional y abandonen los cruceros.
Sin embargo, 12 menores no proporcionaron ningún dato durante la intervención, lo que ha llevado a presumir que podrían provenir de otros estados o incluso de otro país.
El riesgo de reincidencia, persistente
Álvarez Lucio explicó que el DIF cuenta con un programa específico que opera desde hace años, antes conocido como Centro de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (CAMAR) y que hoy funciona como el Departamento de Atención a Niñas, Niños y Adolescentes en Riesgo, el cual ha becado hasta ahora a 200 menores.
Aunque se trata de un padrón acumulado, todos los casos han accedido a apoyos integrales como despensas, comedores, escolarización, atención psicológica y un apoyo económico mensual de 300 pesos.
De estos 200 beneficiarios, 103 niñas y niños tienen familiares que continúan trabajando en el sector informal, lo que mantiene latente el riesgo de reincidencia en el trabajo infantil.
“Siguen teniendo ese peligro, porque sus papás trabajan en la informalidad, y eso puede llevar a que en algún momento vuelvan a los cruceros”, reconoció el titular del DIF Morelia.
Reestructuración institucional para mejorar el abordaje
Con la nueva administración municipal, el DIF reestructuró este departamento, que antes pertenecía a la Dirección de Centros de Asistencia Social, y lo integró a la Dirección de Protección Social, lo que ha permitido un enfoque más integral y jurídico.
Ahora, cuando se detecta a un menor en cruceros, el equipo de intervención ya no va solo con promotores, sino acompañado de abogados y trabajadores sociales, lo que cambia por completo la aproximación hacia las familias.
“Lo primero que les pedí a este grupo fue: hay que saber qué tan grande es el problema. Ayúdenme a hacer este censo. Pero no es tan fácil: estas personas se cambian de crucero constantemente, a veces están en la mañana, otras en la tarde”, explicó Álvarez Lucio, al reconocer la complejidad de documentar una práctica que se oculta con facilidad.
Facultades municipales y marco legal
El DIF municipal tiene la facultad de iniciar procedimientos especiales de protección en casos de niñas, niños y adolescentes en situación de riesgo.
A nivel nacional, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes obliga a las autoridades a impedir cualquier forma de trabajo que afecte su desarrollo físico, mental o emocional.
En el plano internacional, México está obligado por los Convenios 138 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a fijar una edad mínima para el empleo y erradicar las peores formas de trabajo infantil.
Además, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha reiterado que el trabajo infantil expone a los menores a violencia, explotación y deserción escolar, y ha pedido a los Estados adoptar estrategias integrales y coordinadas.
En este contexto, el DIF Morelia reconoce que, aunque hay avances y casos exitosos de atención, la dimensión del fenómeno y las limitaciones institucionales siguen siendo un reto, por lo que el trabajo interinstitucional y la cooperación con otras entidades sigue siendo indispensable para garantizar el derecho de niñas y niños a vivir sin violencia y fuera de las calles.