El director de películas como “It: capítulo dos” y “Poseída” explicó que el cine de horror sirve como una forma de catarsis para exorcizar los miedos que los directores y los artistas tienen, pero de una manera creativa.
Guadalajara, Jalisco. El cine de horror sirve como una forma de catarsis para exorcizar los miedos que los directores y los artistas tienen, pero de una manera creativa, explicó este martes el cinefotógrafo peruano, Checo Varese.
“El cine de horror es un género en el cual uno puede aplicar todos los miedos que uno tiene, y yo soy una persona que tiene muchos miedos y de alguna manera esos miedos se pueden reflejar ahí”, afirmó durante una conferencia magistral en el marco de la edición 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
En la charla con estudiantes de cine titulada “Sustos, fotogramas y algoritmos, el cine de terror”, dijo en tono de broma que no ve películas de horror porque le quitan el sueño y lo obligan a ver debajo de la cama para asegurarse de que no hay un ser extraño escondido.
El fotógrafo miembro de la American Society of Cinematographers comparó al trabajo de hacer imágenes para la pantalla grande con el proceso de escritura que toma diferentes elementos de la realidad.
“La fotografía es como escribir en prosa, en poesía, en sonetos, uno va fotografiando en diferentes géneros y la cámara son los acentos, las comas, los puntos de exclamación o los puntos de interrogación, para mí el lenguaje de cámara siempre ha sido importante porque es lo que yo puedo transmitir”, aseguró.
Checo Varese, ganador de un Emmy a Mejor fotografía por la miniserie "Dopesick", es uno de los invitados a este festival de cine que este año tiene como invitada de honor a la Comunidad de Madrid. Es conocido por su participación en la producción de películas como “It: capítulo dos”, “Poseída”, “La misma luna” y “Noche de graduación sangrienta”.
El peruano afirmó que parte de su conocimiento de la luz proviene del trabajo que realizó en su juventud en el área de noticias para televisión y en documentales y concibe a la fotografía en movimiento como una sola fotografía compuesta de muchas imágenes que tiene que impactar desde el primer momento.
“Me imagino la cámara como una foto, como una serie de fotos, para mí una foto tiene que funcionar como tal en términos de iluminación, yo me tengo que creer lo que estoy viendo, tengo que sentir eso, no todos los fotógrafos tomamos 24 por segundo, pero el fotograma es lo que, al final de cuentas, resume lo que estás queriendo decir”, explicó.
Contó su experiencia trabajando con el director ganador del Óscar, Guillermo del Toro, en la serie "The strain", en la que dijo, logró hacer una buena mancuerna con el mexicano respecto a la manera de iluminar cada escena gracias al conocimiento de este acerca de la luz.
Del 7 al 15 de junio, el FICG reunirá a unos 200 corto y largometrajes en la competencia oficial en las secciones de cine mexicano e iberoamericano de ficción, documental, de animación, con temática ambiental y relacionada con la comunidad LGBTQ+.