Texto Minerva SaBueso
Morelia, Michoacán a 25 de Agosto.- Cada 25 de agosto, México rinde homenaje a una de las profesiones más antiguas y esenciales: el arte del peluquero. Esta fecha no solo celebra la destreza técnica, sino también la capacidad de transformar vidas a través de un corte, un estilo o un simple gesto de confianza.
El origen de esta celebración se remonta al siglo XIII, cuando el rey Luis IX de Francia, conocido como San Luis, otorgó libertad a su peluquero, elevando así la profesión a un estatus de respeto y reconocimiento social. Desde entonces, el 25 de agosto se ha convertido en una fecha simbólica para rendir tributo a quienes, con tijeras y peine en mano, contribuyen al bienestar emocional y social de las personas.
En México, esta efeméride tiene un significado especial. Más allá de ser un oficio, ser peluquero es ser confidente, terapeuta y artista. En cada corte, se entrelazan historias, se comparten risas y se construyen lazos que perduran más allá de la silla del salón.
Un ejemplo icónico de esta profesión en la cultura mexicana es Mario Moreno, mejor conocido como Cantinflas. En su película «Si yo fuera diputado» (1952), interpreta a un peluquero que, con su carisma y habilidad, logra conquistar al público y demostrar que el talento no tiene límites. Esta representación cinematográfica resalta la importancia y el impacto que los peluqueros pueden tener en la sociedad.
Hoy, más que nunca, celebramos a todos los peluqueros y estilistas que, con su dedicación y pasión, embellecen no solo el exterior, sino también el alma de quienes se sientan en su silla. ¡Feliz Día del Peluquero!