Morelia, Michoacán, 24 de junio de 2024.- En neurociencia, lo mismo que en psicología, existe un concepto que se utiliza cuando se presenta una “incongruencia” en las personas: Disonancia Cognitiva, y esta se da porque alguien tiene un desorden interno en su sistema de ideas. Es decir, ese alguien no hace lo que dice o piensa, de ahí la incongruencia.
Yo que me dedico a aplicar la neurociencia a la comunicación y al neuromarketing, comprendo el alcance de una disonancia cognitiva y te lo quiero explicar de manera muy simple: a tu cerebro “le duele” o le hace “ruido” cuando tú -u otra persona- eres incongruente, y por eso tu cerebro responderá ante el dolor rechazando esa conducta o pensamiento incongruente.
A partir de esto, podemos entender si las y los mexicanos aceptarán de manera simple a las y los dirigentes de los partidos PAN, PRI y PRD que ahora se quedarán en posiciones como legisladores plurinominales después de haber sido -en gran medida- responsables de las derrotas de sus partidos en las elecciones pasadas.
Un par de cosas que se presentarán:
a) Estos dirigentes políticos, en realidad están habituados a engañar, por eso sus cerebros ya no los harán actuar de manera diferente. Ellos han mentido durante tanto tiempo que, si bien en su cerebro sí se generará una disonancia cognitiva, ya hay costumbre y su reacción fisiológica no alcanzará para que modifiquen sus conductas. Por ello, aunque sea una incongruencia que se queden como dirigentes y también como nuevos legisladores plurinominales, lo harán sin ningún pudor.
b) Por otro lado están los ciudadanos comunes. En el cerebro de la gente ordinaria, se generará también disonancia cognitiva (por esto que harán los dirigentes del PAN, PRI y PRD) y de manera inconsciente, su cerebro rechazará la conducta de estos políticos.
Por eso es que nada cambiará y nada ganarán los dirigentes de estos tres partidos políticos que están pensando que la gente olvidará fácilmente las derrotas en las elecciones, o que están pensando que salvarán todo iniciando con procesos de “renovación” de sus partidos, sin que ellos muestren señales de hacer (no decir) algo más allá de lo ordinario.
Con seguridad, estos dirigentes buscarán reuniones a modo para conducir los procesos de “renovación” de sus partidos sin dejar sus posiciones en las dirigencias, porque eso es lo que comúnmente hacen los dirigentes políticos, salvo que tengan otro nivel como políticos.
Por eso, ¿qué cree usted que se producirá en el cerebro de las personas que se den cuenta de que estos dirigentes se quedarán con laguna y patos, osea, con sus partidos y como legisladores plurinominales? Lo adivinó, una “disonancia cognitiva” que, aunque los dirigentes no lo vayan a reconocer, quedarán marcados para el futuro inmediato, así cambien siglas, colores, logos, documentos básicos o todo aquello que en su pequeño círculo crean que se requiere para “reinventarse”.
Al cerebro consciente de las personas lo podrán “convencer”, pero al cerebro inconsciente de estas personas jamás lo podrán engañar y una vez que se genere esa disonancia cognitiva, el nuevo daño marcará el cerebro de las personas y repercutirá en estos tres partidos, sus dirigentes y sus militantes.
Si “renacen” así, renacerán prácticamente moribundos.
*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.