En la 97ª edición de los Premios Oscar, celebrada el 2 de marzo de 2025, Adam Sandler se convirtió en el centro de atención al presentarse con su característico estilo informal: sudadera azul y shorts. Esta elección de vestimenta contrastó notablemente con la elegancia habitual de la gala, generando diversas reacciones entre los asistentes y en las redes sociales.
Durante el monólogo de apertura, el anfitrión Conan O’Brien aprovechó la presencia de Sandler para añadir un toque de humor a la ceremonia. En un momento destacado, Sandler interrumpió la gala para dirigirse a Timothée Chalamet, creando una situación inesperada que provocó risas y aplausos del público.