Morelia, Michoacán.- Una mujer originaria de la ciudad de Morelia, fue víctima de un robo cuando realizaba un retiro en efectivo, en un cajero automático ubicado en un supermercado.
La víctima fue una mujer, quien fue robada por dos personas, entre ellas un masculino con acento venezolano, nos compartió el «modus operandi» de estos dos «angelitos», el cual llevaron a cabo el pasado jueves 13 de junio, aproximadamente a las 9 de la mañana.
«Cuando llego al cajero y empiezo a hacer el retiro, a lado hay una mujer haciendo un retiro en el cajero de Bancomer. Y empieza a distraerme diciendo que se le trabó su cajero. Yo continúo haciendo mi retiro, saco la cantidad de 300 pesos y saco mi tarjeta. En ese momento, un tipo a lado de mí, me dice que se me cayó un billete de 100 pesos, por lo que me agaché a recogerlo y me dice que dejé abierta mi aplicación en el cajero, que tengo que meter la tarjeta nuevamente. En esos momentos que meto mi tarjeta, él, muy amable, me retira la tarjeta y me la da en la mano. Antes de salir del supermercado, me entra la duda, checo mi cartera y tengo 400 pesos. Me regreso al cajero, checo mi tarjeta y ya no puedo hacer ningún movimiento. Procedo a ir al banco, donde me dicen que me han cambiado mi tarjeta y ya han hecho un retiro de 4 mil pesos, con mi tarjeta y mi NIP».
La ciudadana, al saber que el banco no le podría regresar el dinero que los «angelitos» retiraron con su tarjeta y NIP, procedió a cancelarla. Para posteriormente, hacer la respectiva denuncia en la Fiscalía.
Ante esta situación, autoridades de diferentes bancos hacen un llamado a la población a ser más precavidos y no confiar en ninguna persona que se les acerque cuando hacen alguna transacción bancaria. Ya sea en supermercados o en los mismos bancos.
«Para evitar asaltos, hay que estar atento a tu alrededor, que no estén cerca de ti personas, no traer el dinero o tarjetas en la mano. Estar precavidos, siempre atentos a todo». «Yo diría que desconfiaran; que escucharan su instinto. A veces algo adentro de ti te está diciendo: aunque se vea muy bien esa persona, no me gusta. Entonces desconfiar. Lamentablemente hemos llegado al punto donde ya no es confiable cualquier persona. Aunque nos veamos muy groseros, aunque la gente piense que somos groseros; ya no podemos confiar».