Pleito en cuartel de la Guardia Nacional en Aguililla, Michoacán deja dos muertos y dos heridos; autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre el incidente
Aguililla, Michoacán.- La tensión estalló la tarde de este sábado al interior del cuartel de la Guardia Nacional ubicado en Tepalcuatitla, en la zona de La Higuera de la Virgen, en Aguililla, Michoacán, donde un episodio aún sin esclarecer dejó un saldo de dos elementos muertos y dos más en estado crítico.
La primera información apunta a que todo comenzó cuando uno de los uniformados habría intentado abandonar las instalaciones con su arma de cargo.
Fuentes cercanas a la corporación indican que el elemento presentaba aparente alteración, presuntamente bajo los efectos de alguna sustancia, lo que motivó que otros compañeros trataran de contenerlo antes de que cruzara los límites del cuartel. La intervención provocó una reacción violenta: el agente habría abierto fuego contra el personal presente.
En el intercambio murieron un integrante de la Guardia Nacional y un elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes, según los reportes preliminares, recibieron impactos directos cuando intentaban neutralizar al agresor.
El incidente también dejó gravemente heridos a otros dos uniformados, que tuvieron que ser evacuados en helicóptero hasta la 43 Zona Militar con sede en Apatzingán, donde permanecen bajo atención médica especializada. La gravedad de sus lesiones no ha sido precisada.
Tanto la Guardia Nacional como la Sedena han optado por el silencio mientras se desarrolla la investigación. No han emitido posicionamiento público ni explicado las condiciones internas en las que ocurrió el ataque.
La Fiscalía correspondiente fue informada de inmediato y, junto con peritos y personal militar, ya levantó indicios dentro del cuartel para reconstruir la secuencia exacta de los hechos.
Hasta ahora, no se han detallado los posibles motivos detrás de la conducta del agresor ni si existían antecedentes que permitieran anticipar el desenlace.
El caso revive cuestionamientos sobre los controles internos, la supervisión del personal y las condiciones en que operan las fuerzas federales en una de las regiones más golpeadas por la violencia.
Las autoridades no han difundido información oficial.

