Teherán, Irán
La televisión estatal iraní Seda o Sima (IRIB) fue bombardeada mientras realizaba una transmisión en vivo, lo que eleva a nivel sin precedentes los combates entre Israel e Irán.
Las cámaras captaron el dramático momento en que una conductora interrumpe su elocución, mientras al fondo se escuchaban fuertes explosiones. Luego, la señal se cortó abruptamente entre humo, gritos y confusión.
El ataque dejó el edificio en llamas, con serios daños estructurales y reportes preliminares de varios empleados muertos y heridos.
Para Irán, Seda o Sima no es solo un canal de televisión, es el principal brazo mediático desde donde proyecta su estrategia política y propaganda, difunde sus versiones de los hechos y trata de mantener la cohesión interna durante las crisis bélicas.
Visiblemente afectado, Younes Shadlou, editor en jefe del grupo, describió los instantes del bombardeo:
“Yo estaba en el primer piso cuando ocurrió el bombardeo. No sé cuántos de mis compañeros han sido martirizados, no sé cuántos han resultado heridos”, relató.
El periodista también destacó que, a pesar de las advertencias de evacuación, el personal decidió permanecer en sus puestos:
“Nos dijeron que evacuáramos el edificio, pero todos se quedaron hasta el último momento, firmes, mostrando al mundo la imagen del poder de Irán. Eso es precisamente lo que el régimen sionista no quiere”.
Israel e Irán desde hace días, intercambian ataques con misiles balísticos, drones y ataques de la fuerza aérea sionista. El conflicto pasó de ataques indirectos o a través de terceros (como Hamas o Hezbolá) a enfrentamientos frontales, con amenazas crecientes de ampliar la guerra a todo Medio Oriente.
La ofensiva contra la televisión estatal iraní confirma que Israel busca desarticular los principales centros de poder y operativos de Irán, más allá de sus instalaciones nucleares o militares.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue exigiendo la desescalada antes de que el conflicto desemboque en una guerra regional de gran escala.