Un joven de 23 años murió electrocutado cuando trabajaba en una tienda Bodega Aurrera en Chalco, Estado de México.
Presuntamente el joven, junto con sus compañeros y clientes que se encontraban en la tienda, había evacuado el lugar debido a los escurrimientos provocados por las inundaciones.
En medio del caos, el jefe del joven le pidió que desconectara los refrigeradores, una medida destinada a prevenir mayores daños por la inundación.
Desafortunadamente cuando el joven, intentó realizar la maniobra de desconexión de los refrigeradores, recibió una descarga eléctrica que le causó la muerte de manera instantánea.
Los cuerpos de emergencia llegaron rápidamente al sitio, sin embargo, el joven ya no presentaba signos vitales.