La frase “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” es una máxima de la política mexicana que se refiere a la dependencia de los políticos a los fondos públicos para mantenerse en el poder y muchos la han seguido al pie de la letra, tal es el caso del ex regidor, ex líder de morena y ahora diputado local, Juan Pablo Celis.

Tal y como ha venido ocurriendo con varios políticos de Michoacán y del país, para muchos es normal acercarse a los hombres de poder para mediante compadrazgo obtener beneficios y así ha obtenido cargos y no por un trabajo que se pueda apreciar.

En su paso como regidor del Ayuntamiento de Morelia en el año 2022 el ahora diputado local se hizo famoso no por su labor como integrante del cabildo sino más bien por ausentarse de manera frecuente, no justificar sus continuas ausencias y según muchos de su partido, llegar cuando se le daba la gana y en estado inconveniente.

A pesar de su escaso trabajo en aquellos años, su amistad con los que gobernaban la entidad le ayudó a convertirse en líder estatal de Morena, a pesar de los severos cuestionamientos de varios militantes del movimiento, quienes cuestionaban sus méritos para guiar los destinos del partido en el poder.

Entre dimes y diretes logró pasar con más pena que gloria su cargo como líder de morena, en los siguientes meses su suerte o sus cercanos no lo abandonaron y de nuevo logró un escaño únicamente por haber sido colocado en la lista plurinominal en el lugar número uno y no por algún logro relevante en su trabajo como dirigente de morena.

Hoy después de tantos años de vivir del hueso y sin dar resultados en su curul o haber presentado alguna iniciativa de importancia el morenista.

El fanatismo, la mentira, la traición, la deslealtad y la arrogancia, son elementos que caracterizan al mal político, claro hay buenos, pero en el caso de Celis no se ve que sea uno de ellos, es decir alguien que fuera del compadrazgo, amiguismo o influyentismo, tenga algo bueno qué decir de su trabajo.

Una frase común entre los mexicanos es que todos los políticos mienten y quizás eso se pueda perdonar, pero que no tengan algún trabajo que los respalde sí está grave, ¿o no Juan Pablo Celis?