Morelia, Michoacán

Dicen que los seres humanos no elevan sus manos al cielo en vano. Y este año, esta petición de los creyentes católicos tendrá una respuesta aun más sólida, debido a que se celebra el Jubileo 2025 o Año Santo, momento de penitencia y conversión, pero también de reconciliación, fe y comunión con Dios.

Los judíos precristianos celebraron el Yom Kippur o Día de la Expiación, cada 50 años, momento en el que se perdonarán las deudas, las tierras retornaban a sus propietarios originales, se liberaba a los esclavos y se fortalecían los lazos con la comunidad y Dios.

Desde 1300, cuando el Papa Bonifacio VIII instituyó el Jubileo, cada 25 años los devotos católicos se congregan para renovar su fe, con la entrega de una indulgencia plenaria, con la que se considera que se restituye el estado de gracia.

Si bien el Jubileo, la conmemoración de la encarnación de Jesucristo, se lleva a cabo cada 25 año, se tiene Jubileos extraordinarios, de los cuales el último tuvo lugar en 2015, el Jubileo de la Misericordia.

El Jubileo 2025 arrancó oficialmente el 24 de diciembre, en ceremonia encabezada por el Papa Francisco, con la apertura de la puerta santa, en la basílica de San Pedro, en Roma. A esta, siguieron las basílicas de San Pablo Extramuros, San Juan de Letrán y Santa María la Mayor.

La apertura de las puertas santas y el paso de los fieles en peregrinaje por ellas es el símbolo de la disposición de los devotos a la renovación de su fe.

Finalizará el 6 de enero de 2026, cuando las puertas santas sean nuevamente selladas y permanezcan así hasta el nuevo Jubileo, previsto para 2050.