Morelia, Michoacán, 22 de junio de 2025 — “La feligresía se ha atendido y se seguirá atendiendo pastoralmente en todas las formas posibles, pero que puedan ser sacerdotes o colaborar directamente en la estructura de la Iglesia, eso está prohibido por derecho canónico”. Así lo expresó este domingo el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, al fijar postura sobre la participación de personas LGBT+ dentro de la Iglesia Católica.
Durante su tradicional rueda de prensa dominical, organizada por la Oficina de Medios de la Pastoral de Comunicación de la Arquidiócesis de Morelia, el arzobispo respondió a preguntas relacionadas con la presencia de colectivos sexodiversos en la marcha del Orgullo LGBT+, realizada el sábado en la capital michoacana.
Uno de los contingentes que llamó la atención fue el identificado con la leyenda El voto de baño, perteneciente a la red Católicas Arcoíris, un grupo que busca reconocimiento dentro de la Iglesia no solo como fieles, sino como integrantes activos en roles eclesiásticos.
Frente a ello, monseñor Garfias subrayó que la doctrina actual impide esa participación. “En la Iglesia, el homosexual es visto como una persona que ha tomado una decisión, y en su decisión no tiene derecho a formar parte de la estructura de la Iglesia”, sentenció.
Sobre la iluminación de la Catedral de Morelia con colores alusivos al movimiento LGBT+ durante la noche del sábado —que generó polémica en redes sociales— el jerarca eclesiástico dijo no tener información precisa, pero reconoció que este tipo de solicitudes son frecuentes.
“Cada vez que se da alguna manifestación de estos grupos, solicitan que se ilumine la Catedral con los colores, y para eso no le veo ninguna dificultad”, comentó. Aclaró que esa decisión depende principalmente del equipo técnico encargado del espectáculo de luz conocido como el incendio de Catedral.
Con estas declaraciones, el arzobispo mostró apertura a brindar acompañamiento pastoral a la comunidad sexodiversa, pero también reiteró que su participación estructural dentro de la Iglesia continúa restringida por la normativa eclesial vigente.