Morelia Michoacán; a 10 de enero de 2024.- En el corazón de la ciudad de Morelia, hay una historia de lucha y perseverancia que nos recuerda que la edad no es un obstáculo para seguir adelante. Alfonso Díaz, un hombre de 66 años, se levanta cada mañana a las 7 de la mañana para comenzar su jornada de recolección de cartón. Con un carrito pesado y un espíritu indomable, Alfonso recorre las calles del primer cuadro de la ciudad en busca de cartón para vender y llevar el sustento a su casa.

A pesar de su edad, Alfonso no ha perdido la esperanza de encontrar un trabajo digno que le permita vivir con decoro. Sin embargo, la realidad es que su edad es un obstáculo para muchos empleadores y se ve obligado a recurrir a la recolección de cartón para sobrevivir.

“A mí ya no me dan trabajo por mi edad, tengo 66 años y me dediqué a la albañilería y cuando cumplí ya años me dijeron que ya no me iban a dar trabajo que porque luego era más fácil que me lastimara o les iba a costar más el poder tenerme ahí, y por eso mismo recurrí a levantar cartón para ganarme el dinero de forma honrada”.

La vida de Alfonso no es fácil. Carga cartón pesado en su carrito durante horas, desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. En días «buenos», logra ganar 210 pesos, pero en días «malos», solo gana 150 pesos. La cantidad de dinero que gana depende del cartón que las tiendas tengan disponible para recolectar.

“La gente que trabaja en las tiendas de aquí del centro me ayudan cuando recolecto mi cartón, paso de tienda por tienda y me dicen que me dan el cartón y si no paso de tienda en tienda”.

A pesar de las dificultades, Alfonso no se rinde. Su pareja es su apoyo vital, y juntos enfrentan los desafíos de la vida. Alfonso es un hombre acomedido y amable, que siempre tiene una sonrisa en su rostro. Su historia es un ejemplo de la resiliencia y la determinación del ser humano y nos recuerda que nunca es demasiado tarde para seguir adelante y luchar por un futuro mejor.