Las palabras de Manzo Rodríguez han sido interpretadas por algunos como un intento por reforzar su perfil político en un contexto en que Uruapan atraviesa una crisis de seguridad permanente
Redacción / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. - Luego de que el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, encendiera los reflectores al declarar públicamente que en su municipio existen “campos de concentración y adiestramiento de sicarios extranjeros”, el Gobierno del Estado le pidió dejar las declaraciones espectaculares y entregar pruebas formales, si las tiene.
El secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, respondió con mesura, pero enérgico ante lo que calificó como declaraciones mediáticas que poco ayudan a la estabilidad de Uruapan, uno de los municipios más conflictivos del estado.
“Es importante que si va a denunciar, lo haga en forma. Que esa información que tiene nos la comparta a las áreas de investigación o la entregue a la Sedena, a la Guardia Nacional o a la Marina. No podemos dejar todo en un tema de inmediatez o un tema mediático. Eso no ayuda, y mucho menos a la ciudad de Uruapan”, advirtió Torres Piña.
El alcalde Carlos Manzo aseguró recientemente que en su municipio operan grupos armados con colombianos y venezolanos que estarían vinculados incluso con guerrillas sudamericanas, y que “los van a combatir”. Sin embargo, no presentó pruebas públicas de sus dichos, lo que ha generado escepticismo y preocupación entre actores políticos y ciudadanos.
Al respecto, Torres Piña reiteró que si el edil tiene información concreta, “que nos los proporcione para actuar”. Además, adelantó que el Gobierno del Estado buscará una reunión directa con Manzo para evitar que se sigan agitando los ánimos sin sustento.
“Vamos a platicar con él, vamos a buscarlo para tener ahí alguna interacción, y si tiene alguna información, que nos la pase”, remató el secretario, dejando entrever que este tipo de declaraciones podrían estar contribuyendo a generar más tensión en lugar de soluciones.
Las palabras de Manzo Rodríguez han sido interpretadas por algunos como un intento por reforzar su perfil político en un contexto en que Uruapan atraviesa una crisis de seguridad permanente. Sin embargo, desde el Gobierno de Michoacán le lanzan una advertencia implícita: no se vale jugar con fuego, menos en una zona ya encendida.