Felix Madrigal/Fotos:AGC

Han pasado dos años desde el incendio que arrasó el área de estacionamiento del Mercado Independencia, dejando a decenas de locatarios sin su lugar de trabajo. Hoy, quienes antes vendían dentro del inmueble siguen laborando en condiciones precarias, a la intemperie, y sin apoyo institucional.

“Todo se me quemó. No pude sacar nada. Perdí braceros, macetas, cerámica… todo.” Amalia, comerciante afectada.

Desde entonces, vendedores de barro y otros productos tradicionales fueron reubicados de forma provisional afuera del mercado. Ahí, enfrentan lluvias, sol y ventas inestables.

“Aquí nos mojamos cuando llueve. Tapamos con lonas, pero se mete el agua. Se suponía que íbamos a entrar este mes, pero nada. Dicen que tal vez en un año.”

El fallecimiento de Temo, líder del gremio, hace cuatro meses, dejó al grupo sin representación clara. Él gestionó el espacio actual y fue clave para evitar el desplazamiento.

“Gracias a él estamos aquí. Ya lo había vivido antes, cuando construyeron el estacionamiento. Sabía que esta zona tenía paso de gente”. Hermana de Temo Acosta, líder del gremio de alfareros.

Hoy, los comerciantes siguen sin respuestas claras ni fecha de reubicación formal.

“No nos han dado ni un toldo. Las ventas bajan, pero aquí seguimos, porque no hay de otra”.

Mientras tanto, las obras avanzan lentamente y crece la incertidumbre sobre el futuro de los locatarios.