El trabajo en tierra de los brigadistas es el elemento más importante en el combate y control de los siniestros
Redacción / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. Los incendios forestales en Michoacán se han convertido en uno de los retos más importantes en la temporada de estiaje, en donde los brigadistas juegan un papel fundamental en la lucha contra los siniestros.
Tal es el caso de la brigada 1023 de La Cebadilla de Nuevo Urecho, que dentro de la prevención y combate de los incendios forestales realizan dos actividades muy importantes que son la apertura y rehabilitación de brechas cortafuego.
Una brecha cortafuego es una práctica en donde se realiza una franja entre el material combustible para aislar el fuego en las zonas en donde se ha presentado el mayor número de incendios y para abrir las brechas cortafuego es necesario considerar cuáles son las áreas de riesgo potenciales (agrícolas, ganaderas o de asentamientos humanos), así como las especiales que se deseen conservar.
Estas brechas requieren de mantenimiento para permanecer limpias, por lo tanto, la rehabilitación con la ayuda de maquinarias se realiza removiendo todo el material vegetal hasta llegar a la parte mineral del suelo.
“Ser brigadista forestal no es una tarea fácil”, señala René Morales, jefe de la brigada 1023 de La Cebadilla, “se requiere de sacrificio, vocación y amor por lo que se hace”, destacó.
Detalló que más del 90 por ciento de los incendios forestales son provocados por el ser humano y sus principales causas son las quemas agrícolas y el descuido en el uso de fogatas, por lo que se tiene un alto impacto en los bosques y su biodiversidad, afectando la flora y la fauna.
El trabajo que realizan las 121 brigadas de prevención y combate de incendios forestales, de los cuales, 90 son convenidas por la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom) con Ayuntamientos, comunidades autónomas y con la Comisión Nacional Forestal (Conafor); las 31 restantes corresponden a la federación y municipios, las cuales son fundamentales para asegurar la sobrevivencia de los árboles que son plantados durante las reforestaciones.