Morelia, Michoacán, 17 de febrero de 2025.- Hace unos días hablé del eventual proceso interno del PAN para elegir al nuevo secretario estatal de Acción Juvenil en Michoacán.
Mencioné en aquella ocasión que se perfilaba un contienda fraterna entre dos perfiles que para entonces habían solicitado su registro.
Uno de ellos es el patzcuarense Cristian Guzmán Talavera y la otra era la moreliana María Fernanda Montes Suárez.
Y digo “era” porque hasta donde sé le fue negado el registro como candidata por aparentes inconsistencias en la documentación que entregó de su planilla.
La reacción de María Fernanda Montes ha sido la de volver mediático el tema para presionar y exigir de esa forma su registro.
Ahora, la panista moreliana acusa a la presidenta de la Comisión Organizadora Electoral del PAN, Ángeles Toro Preciado, de “violencia política en razón de género”.
Si considera tener la razón, Montes Suárez aún tiene a su alcance el presentar recursos legales en las instancias internas y en los tribunales electorales, pero ha preferido atacar a la también secretaria general del Comité Directivo Estatal del PAN, es decir, a otra mujer.
La aspirante a la Secretaría Estatal de Acción Juvenil está ahora más que nunca obligada a demostrar legalmente que la documentación que presentó cumple con los requisitos para su inscripción.
Y pase lo que pase, María Fernanda Montes ya sentó un mal precedente al golpetear a otra mujer y a su propio partido. Lo que menos ocupa el PAN en estos momentos.
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