El gobierno de México entregó este jueves al narcotraficante Rafael Caro Quintero a las autoridades de Estados Unidos, en un vuelo de la Armada que aterrizó en Nueva York.
Este acontecimiento se da en un contexto de presiones por parte del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, quien había amenazado con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos si no se resolvían de manera concreta temas como el tráfico de fentanilo, la migración y la seguridad en un plazo de un mes.
La amenaza de aranceles, que entrarán en vigor el 4 de marzo, fue un factor determinante en las negociaciones entre ambos países.
Caro Quintero, de 72 años, fue detenido nuevamente en julio de 2022 y pasó 20 meses en un penal del Estado de México antes de ser entregado a Estados Unidos.
Su traslado se produce en un momento clave para ambos gobiernos, que buscan mejorar la cooperación en materia de seguridad, especialmente frente al tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha causado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
La entrega de este narcotraficante de alto perfil podría ser vista como un gesto de buena voluntad por parte de México ante las demandas de la administración de Trump.
Conocido como el “narco de narcos”, Caro Quintero fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y responsable del secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, en 1985.
Este crimen motivó una recompensa de hasta 20 millones de dólares por su captura. Tras su detención en Costa Rica ese mismo año, Caro Quintero fue condenado en México, pero fue liberado en 2013 debido a errores procesales en su juicio.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revocó esa decisión en 2015, y desde entonces, el capo se mantuvo libre hasta su recaptura en 2022.
El traslado de Caro Quintero a Estados Unidos se produjo pese a que, el 22 de febrero, un tribunal colegiado había confirmado la suspensión de su extradición, lo que había generado controversia en torno al proceso. Sin embargo, fuentes del gobierno mexicano confirmaron que la operación de entrega fue histórica y sin precedentes.
Este suceso subraya la complejidad de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, en donde el combate al crimen organizado, la lucha contra el tráfico de drogas y la gestión de la seguridad fronteriza siguen siendo temas clave.
Fuente: López-Dóriga