Este 4 de julio, Fabiola Alanís envía un mensaje solidario a las y los michoacanos que viven en EU y que hoy enfrentan miedo e incertidumbre ante los anuncios de deportaciones masivas
Morelia, Mich., 04 de julio de 2025.- En el marco de las celebraciones del Día de la Independencia en Estados Unidos, la diputada Fabiola Alanís Sámano expresó su respaldo firme y solidario a las y los michoacanos que residen en ese país, especialmente ante el clima de hostilidad, racismo y amenazas de deportación que han resurgido en el discurso político norteamericano.
“Hoy, mientras muchas familias celebran el 4 de julio, miles de nuestras paisanas y paisanos viven con miedo de ser separados de sus hijos, de ser detenidos en redadas, de ser tratados como criminales por el simple hecho de buscar una vida mejor. A todas esas personas les digo: no están solas. En Michoacán los seguimos esperando, los seguimos defendiendo y los seguimos necesitando”, afirmó Alanís Sámano.
La coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena recordó que Michoacán es uno de los estados con mayor número de personas migrantes en Estados Unidos, y que las remesas enviadas por la comunidad migrante, de más de 100 mil millones de pesos al año, representan no solo una fuente vital de sustento para más de 200 mil familias, sino también una expresión profunda de amor, trabajo y compromiso con sus raíces.
La legisladora de también origen migrante destacó que desde el Congreso local seguirá promoviendo acciones y leyes que reconozcan el papel estratégico de las y los migrantes en la economía y la cultura del estado, pero también que fortalezcan su derecho al retorno digno y al bienestar.
“La historia migrante de Michoacán no se puede contar sin dolor, pero también está tejida de orgullo, valentía y esperanza. A quienes hoy sienten miedo, les digo: aquí tienen un hogar, una tierra que no los olvida y una voz que no dejará de alzarse por ustedes”, enfatizó.
Finalmente, quien fuera funcionaria en la administración de Andrés Manuel López Obrador dijo que trabajará de la mano con los gobiernos federal y estatal para redoblar los esfuerzos diplomáticos, legales y humanitarios a favor de quienes puedan verse afectados por las políticas de deportación, y urgió a no permitir que el racismo se normalice ni se institucionalice desde ningún gobierno.