Petróleos Mexicanos (Pemex) atraviesa una etapa de ajustes en su cúpula operativa, ya que su director de exploración y producción podría dejar el cargo en los próximos días, según personas familiarizadas con el tema que compartieron información con la agencia Reuters.
Se trata del ingeniero Ángel Cid Munguía, quien regresó a la dirección de Pemex Exploración y Producción (PEP) a principios de mayo de este año, apenas unos meses después de asumir en un intento por frenar la caída en la extracción de hidrocarburos. No obstante, fuentes consultadas sostienen que Cid no habría logrado los resultados esperados para elevar la producción, motivo por el cual la empresa estaría próxima a nombrar a un nuevo responsable.
El relevo, que sería el tercero desde la llegada al poder de la presidenta Claudia Sheinbaum en octubre pasado, responde al persistente desafío de mantener o aumentar la producción de crudo ante el declive natural de campos maduros y la lentitud en el avance de proyectos clave. Además, los esfuerzos por atraer inversión privada mediante contratos mixtos no han generado el interés esperado dentro de la industria energética.
De acuerdo con las fuentes, el posible sustituto sería Octavio Barrera Torres, ingeniero en electrónica y actual subdirector de diseño, ingeniería y ejecución de proyectos en PEP, quien ha estado involucrado en la reestructura interna de la empresa.
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El anuncio del cambio se produce en un contexto en el que Pemex busca revertir la tendencia de producción decreciente de crudo, que se sitúa cerca de 1.6 millones de barriles por día, un nivel que queda por debajo de las metas fijadas por el gobierno federal.
Fuentes señalaron que la renuncia de Cid podría hacerse oficial tras la firma de los primeros contratos mixtos previstos para finales de esta semana, una iniciativa que forma parte de la estrategia de la petrolera para impulsar su producción con apoyo privado.
Pemex no respondió de inmediato a solicitudes de comentario sobre la salida de Cid ni sobre el proceso de transición en PEP.
Este movimiento en la dirección de producción refleja los retos continuos de la empresa estatal en un entorno de alta demanda de hidrocarburos y presión por mejorar sus resultados operativos y financieros.
Fuente: Forbe México