Artesanos y productores de flores de cempasúchil, promueven la importancia de respetar lo que se produce en los municipios y tenencias de Michoacán, al no consumir productos chinos o piratas

Morelia, Michoacán; a 19 de octubre de 2024.- En vísperas de la Noche de Muertos, surge una gran preocupación sobre la piratería de dos productos fundamentales, y son, la flor de cempasúchil y las catrinas artesanales de Capula.

Una situación que ha afectado al sector que elabora y produce estos artículos, ya que sus ventas han disminuido con el pasar del tiempo.

La venta de las Catrinas de Capula, se ha visto perjudicada, no solamente por la piratería china, sino también por la de otras partes de México.

Las y los artesanos expresan que es fundamental proteger y preservar estos elementos para garantizar la continuidad de las tradiciones y la riqueza cultural de Michoacán, de Morelia y su tenencia Capula.

“A nivel nacional sí baja un 60 por ciento en esa cuestión de ventas. Pero ahorita se está empezando a trabajar la parte jurídica, para llegar a un convenio y que exista un apoyo directo a los artesanos… Lo que sí vemos, es que sí afecta porque son piezas que vienen a un costo mucho más bajo; y claro, hay mucha diferencia entre lo artesanal y lo que se maneja ahora”, comentó Carlos Ayala Reyes, artesano y presidente del patronato de la Feria de la Catrina de Capula.

En lo que refiere a la tradicional «Flor de Muertos», esta ha llegado a ser objeto de explotación comercial desmedida, debido a la excesiva demanda; poniendo en riesgo su supervivencia.

Sin embargo, para muchos productores de estas flores, ya sean cempasúchil, nube o terciopelo, los productos chinos que han cobrado gran importancia en el mercado no les generan alguna preocupación, ya que la flor tradicional de las parcelas, es incomparable.

“A nosotros la «Flor China» no nos asusta, no nos espanta; porque nosotros tenemos flores naturales, flores lindas. Incluso los pétalos de nuestras flores se pueden comer, se pueden convertir en atole, nieve, ensalada, en muchas cosas. Todo eso, porque no tiene un mal sabor. Hay que imaginar como sería en una nieve, en un pastel, unas quesadillas. Si ya comemos la flor de calabaza, también la flor de cempasúchil de las parcelas”, expresó Eladio Vázquez Torres, productor de flor de cempasúchil, del municipio de Tarímbaro.

Por último, tanto artesanos y productores, enfatizaron que se debe de promover la importancia de respetar lo que se produce en los municipios y tenencias de Michoacán, al no consumir productos chinos; para preservar y honrar las tradiciones culturales.