El proselitismo político en Michoacán se intensifica mientras la inseguridad sigue siendo un problema crítico en la región del Oriente, Zitácuaro
Los actores políticos en Michoacán continúan preocupados por sus aspiraciones políticas y por hacer proselitismo, mientras la inseguridad cala hondo en cada una de las regiones del estado.
La disputa por espacios y la lucha por el 2027 son el interés prioritario de la clase política michoacana, que sostiene encarnizadas peleas internas, al igual que lo hacen las bandas delincuenciales y los grupos delictivos a lo largo y ancho del territorio estatal.
Para muestra un botón: aunque el discurso institucional siga hablando de desarrollo turístico y gobernanza local, en realidad, el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, ya ha puesto en marcha su estrategia para 2027.
No se trata de una mera sospecha o un análisis entre líneas: entre los actores políticos se reconoce abiertamente que el alcalde ha delegado funciones y distribuido el estado entre su equipo, con la instrucción tácita de construir presencia política de cara a la sucesión gubernamental.
Morelia se gobierna ahora a distancia. Mientras el alcalde recorre municipios que ni siquiera había visitado en su primer mandato, secretarios y directores han sido designados para operar territorialmente en diferentes regiones.
Las agendas institucionales se fusionan con las electorales. Un ejemplo: el director de la clínica municipal ya aparece en reuniones en Zamora y Jiquilpan, sin que exista un vínculo claro con sus funciones sanitarias en la capital michoacana.
El activismo regional del alcalde coincide con una realidad política cada vez más comentada en los pasillos del poder: Alfonso Martínez se perfila como la principal carta de la oposición para 2027.
Arropado por Acción Nacional, con el que gobierna, y en una eventual alianza con el PRI, su nombre comienza a mencionarse como posible abanderado para enfrentar a Morena en la próxima contienda por la gubernatura de Michoacán.
Mientras tanto, los problemas cotidianos de la ciudad, como la inseguridad, la movilidad, la infraestructura y la planeación, siguen esperando. Y Morelia, como muchas veces, queda en pausa mientras sus gobernantes miran hacia la próxima elección.
Dolores en la Heroica Zitácuaro por reacomodos
En Michoacán, la política es tan impredecible como el clima, y mientras Morelia discute los cambios en la Fiscalía, en los municipios la vida sigue, pero no mejora. En Zitácuaro, la realidad supera los comunicados oficiales.
Los comerciantes de la región oriente denuncian que, a pesar de los operativos oficiales, el cobro de piso persiste y se reorganiza. La designación de un nuevo líder del CJNG es un secreto a voces entre los vendedores de productos básicos.
Existe una gran diferencia entre la realidad y la narrativa oficial. Los comerciantes, desilusionados, saben que la extorsión continuará, adaptándose a los nuevos líderes y métodos.
Mientras el gobierno presume control, en Zitácuaro y otros municipios la vida se negocia fuera de la ley. Los reacomodos son tanto políticos como criminales, y la población paga en silencio el precio de una paz inexistente.