Estas declaraciones se producen en medio de una escalada de tensiones, marcado por el lanzamiento del primer misil balístico hipersónico ruso contra territorio ucraniano.
Arved Alcántara / La Voz de Michoacán
El conflicto en Ucrania está adquiriendo características de una “guerra mundial”. Así lo calificó este jueves el presidente Vladimir Putin, en respuesta a los ataques contra Rusia por medio de armas suministradas por potencias occidentales como Reino Unidos y Estados Unidos. Estas declaraciones se producen en un contexto de escalada de tensiones, marcado por el lanzamiento del primer misil balístico hipersónico ruso contra territorio ucraniano en respuesta a una ofensiva similar.
El misil, identificado como de última generación y diseñado originalmente para portar ojivas nucleares, fue utilizado en su configuración convencional para impactar un objetivo que, según Putin, formaba parte del complejo militar-industrial ucraniano. Este ataque fue confirmado por el mandatario de la Federación Rusa en un breve mensaje televisivo, donde lo denominó como “una respuesta a recientes bombardeos ucranianos con misiles de fabricación occidental”.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, describió el lanzamiento como una acción hostil y afirmó que Rusia está utilizando su país como terreno de ensayo militar. Además, señaló que la comunidad internacional, particularmente la OTAN, no ha reaccionado con suficiente contundencia frente a este y otros actos, en un momento del conflicto bélico que calificó como “un peligro para la estabilidad global”.
En sus redes sociales, Zelenski reiteró la necesidad de ejercer mayor presión sobre Rusia para alcanzar una paz sostenible mediante el uso de la fuerza.
La situación en la zona de guerra se agravó tras los recientes bombardeos contra territorio ruso con misiles estadounidenses ATACMS y británicos Storm Shadow. Conforme a la versión de Putin, estos ataques representan un cambio cualitativo en el conflicto, debido a que involucran armas avanzadas proporcionadas por Estados Unidos y Reino Unido. En respuesta, el Kremlin reiteró su disposición a utilizar sus armas contra instalaciones militares en países que permitan el uso de sus equipos para atacar objetivos en territorio ruso.
En declaraciones complementarias, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Moscú notificó a Washington con 30 minutos de antelación sobre el lanzamiento del misil hipersónico, buscando minimizar posibles reacciones inesperadas. A pesar de ello, la Casa Blanca criticó a Rusia por lo que consideró una retórica irresponsable y enfatizó que la escalada es consecuencia directa de las acciones de Moscú.
Estados Unidos y Reino Unido han entregado a Ucrania misiles con capacidades avanzadas. Los ATACMS, suministrados recientemente, tienen un alcance de 300 kilómetros y fueron aprobados esta semana, mientras que los Storm Shadow y Scalp franco-británicos pueden alcanzar objetivos a más de 250 kilómetros. Este armamento ha permitido a Ucrania realizar operaciones más profundas en territorio ruso, incluyendo ataques a objetivos estratégicos.
Por su parte, Vladimir Putin declaró que Rusia está lista para cualquier escenario, tanto en el frente ucraniano como frente a las potencias occidentales. Argumentó que la autorización de Estados Unidos para que Ucrania emplee estos misiles dentro de territorio ruso ha dado al conflicto una dimensión global. Ante esta situación, el Kremlin sostiene que se reserva el derecho de atacar objetivos en los países que proveen armamento avanzado a Ucrania, y usó el elemento disuasivo de las armas atómicas en caso de ser necesario y que una coalición ponga en riesgo su seguridad nacional.
El misil lanzado por Rusia es un desarrollo reciente y forma parte de un arsenal de alcance medio que puede cubrir hasta 5 mil 500 kilómetros. Este tipo de armamento contrasta con los misiles ATACMS y Storm Shadow, cuyo rango operativo es considerablemente menor, pero que han sido efectivos en las ofensivas ucranianas recientes.