Conoce la clave del éxito generacional, a través de la profesionalización de empresas familiares.
Ciudad de México.-Según Guillermo Céspedes, director de marketing integrado de BBVA México, la clave para que las empresas familiares tomen decisiones acertadas y fortalezcan su desarrollo, gestión y continuidad radica en su profesionalización.
En un evento de IPADE Business School, se subrayó la importancia de la profesionalización de los órganos de dirección para el triunfo de estas compañías a través de las generaciones.
Representando entre el 85 y 95 por ciento de las empresas en México y contribuyendo con 80 puntos al PIB, las empresas familiares son un pilar económico, según voceros del Centro de Investigación para Familias de Empresarios (CIFEM).
Ricardo Aparicio Castillo, director de CIFEM-BBVA, reveló en un seminario en línea que un escaso 6 por ciento de estas corporaciones abordan profesionalmente los desafíos relacionados con su longevidad.
La sucesión generacional es uno de los principales desafíos que encaran las empresas familiares para asegurar su permanencia.
Alrededor del 40 por ciento de estas entidades enfrentan problemas cuando llega el momento del cambio generacional y los descendientes toman el control de la gestión.
Alfonso Bolio Arciniega, profesor decano de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE, enfatiza que la capacitación de los integrantes de la familia es esencial para prevenir la desaparición de la empresa.
Ante la sucesión generacional, el 57 por ciento de las empresas familiares están en una situación de vulnerabilidad por la falta de institucionalización y:
“Formalizar y profesionalizar los órganos de gobierno de la empresa familiar es vital para llevar a cabo transiciones generacionales exitosas”.
Alfonso Bolio Arciniega, profesor decano de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE
Una publicación de Scielo basada en investigaciones del Instituto Politécnico Nacional indica que las empresas familiares deben atravesar etapas de profesionalización para mantenerse en el mercado.
Estas etapas incluyen la iniciación, la expansión y la madurez. Durante las primeras etapas, el fundador suele ser quien dirige, pero la complejidad para alcanzar y sostener la madurez hace imperativa la profesionalización.
Los autores del libro “Company metamorphosis: professionalization waves, family firms and management buyouts” argumentan que la profesionalización es crucial para el desarrollo de líderes, la protección del patrimonio, la planificación de sucesiones y la toma de decisiones objetivas.
Especialistas citados por el Politécnico enfatizan que una adecuada profesionalización facilita la designación de sucesores sin obstáculos relacionados con diferencias familiares.
Ricardo Aparicio Castillo cierra con una reflexión sobre las tensiones inherentes a las empresas familiares:
“Cuando una familia se liga a una empresa, automática hay tensiones. Tensiones que se dan de manera automática. Confundir lo que es familia con empresa; cuando no nos preparamos para el futuro”.
Ricardo Aparicio Castillo