Los riesgos políticos 2024 podrían influir en la estabilidad económica global.
Estados Unidos-Aunque las expectativas económicas muestran signos de mejora, los riesgos políticos siguen siendo significativos en el año 2024.
El Foro Económico Mundial (WEF), en su última edición de Perspectivas de los economistas jefes, destaca un cauteloso optimismo en el ámbito económico, con un 80 por ciento de los expertos pronosticando un fortalecimiento o estabilidad de la economía global en 2024.
No obstante, las tensiones geopolíticas siguen en el foco, con un 97 por ciento de los encuestados considerando que influirán en la volatilidad económica mundial y un 83 por ciento apuntando a la política doméstica como un elemento clave en la inestabilidad de 2024, especialmente en un año marcado por numerosos procesos electorales a nivel global.
Saadia Zahidi, directora gerente del Foro Económico Mundial, ha expresado que:
“Esto pone de relieve el panorama cada vez más complejo que atraviesan los líderes. Existe una necesidad urgente de adoptar políticas las cuales no sólo busquen reactivar los motores de la economía global, sino que también busquen sentar las bases de un crecimiento más inclusivo, sostenible y resiliente”.
A nivel regional, las expectativas de crecimiento son desiguales. En los Estados Unidos, un 97 por ciento de los economistas anticipan un crecimiento de moderado a fuerte para 2024; mientras que en Asia, especialmente en el sur, este y el Pacífico, se percibe una robustez similar. En China, se espera un crecimiento económico moderado de acuerdo con el 75 por ciento de los expertos, y solo un 4 por ciento augura un crecimiento fuerte. Contrariamente, en Europa, cerca del 70 por ciento de los analistas pronostican un incremento económico débil.
El 86 por ciento de los economistas encuestados cree que la interacción entre dinámicas políticas y económicas será crucial para los tomadores de decisiones, y un 79 por ciento augura una creciente complejidad que impactará la toma de decisiones.
Los factores que podrían interferir incluyen la salud de la economía global (100 por ciento), la política monetaria (86 por ciento), los mercados financieros (86 por ciento), las condiciones del mercado laboral (79 por ciento), la geopolítica (86 por ciento) y la política interna (71 por ciento).
A pesar de los obstáculos, el horizonte a largo plazo sigue siendo positivo: casi el 70 por ciento de los expertos espera un regreso al crecimiento del 4 por ciento en los próximos cinco años, y un 42 por ciento lo ve posible en tres años.
Hay un mayor optimismo en los países de ingresos altos, donde se espera que la transformación tecnológica, la inteligencia artificial y la transición ecológica y energética impulsen la economía.
En contraste, el escepticismo es mayor en los países de bajos ingresos, donde los desafíos incluyen la geopolítica, la política interna, los niveles de deuda, el cambio climático y la polarización social.
El informe destaca la innovación, el desarrollo de infraestructura, la política monetaria, la educación y las habilidades como factores clave para fomentar el crecimiento. Para los países de menor ingreso, se sugiere que la intervención de instituciones, los servicios sociales y el acceso a financiamiento son las áreas con mayor potencial para el éxito.