Roberto Palazuelos defiende su hotel en Tulum, calificando las acusaciones como exageradas en medio de nuevas regulaciones turísticas.
Quintana Roo.-Roberto Palazuelos se encuentra nuevamente en el centro de la atención pública tras la suspensión de actividades en su hotel Diamante K, ubicado en la zona hotelera de Tulum, por parte de las autoridades.
El empresario y actor ha salido a defenderse de las acusaciones que lo han colocado “en el ojo del huracán”. Según Palazuelos, “hay una exageración” en las acusaciones, señalando que los problemas se reducen a cuestiones menores como la falta de mililitros en el menú y propinas dejadas por las camaristas, las cuales desconocía que fueran ilegales.
La suspensión se da en un contexto complicado para el turismo en Tulum, que ha visto una disminución de visitantes debido a la percepción de altos precios, la saturación del mercado y nuevas regulaciones ambientales y comerciales. Estas nuevas normativas han llevado a inspecciones más rigurosas en hoteles, restaurantes y otros servicios.
Las autoridades han señalado aspectos como los costos de hospedaje, la presentación de los menús y la transparencia en el cobro de servicios adicionales. Palazuelos afirma que las observaciones a su hotel no son infracciones graves, sino detalles administrativos que han sido exagerados debido a su notoriedad mediática.
El empresario sostiene que el reporte oficial incluye elementos que no son irregularidades en su hotel. Palazuelos insiste en que su establecimiento fue involucrado en una lista que abarcaba otros hoteles con prácticas distintas, lo que llevó a una interpretación incorrecta de la situación.
En su declaración, subrayó que muchas de las situaciones atribuidas a su negocio no son parte de su operación.
“Generalizaron. Generalizaron. Esos son problemas de otros hoteles, no míos, pero como yo soy el famoso, a mí me colgaron a la nota”, expresó, remarcando que su fama amplifica cualquier acusación.
Conocido como el “Diamante Negro”, Palazuelos recordó que su trayectoria en Tulum ha sido reconocida y también polémica. La creciente regulación en la zona, enfocada en la protección ambiental y la formalización de servicios, ha llevado a revisiones constantes que afectan a todos los operadores turísticos, sin importar su perfil público.
Por ahora, Palazuelos busca aclarar su situación mientras avanza el proceso administrativo. Su caso forma parte de un escenario más amplio en el que Tulum intenta equilibrar el desarrollo económico, la sostenibilidad y el cumplimiento normativo, factores que seguirán influyendo en la operación de hoteles y servicios turísticos en la región.
