Morelia, Michoacán, 17 de julio de 2024.- Sentencian a 103 años de prisión y pago de la reparación del daño en contra de Gabriel L., al acreditar su responsabilidad en los delitos de secuestro agravado, cometidos en contra de un comerciante y un trabajador de una empresa.
En juicio oral, el agente del Ministerio Público demostró que el 2 de febrero de 2021, el agraviado se encontraba a las afueras de su negocio ubicado en la colonia Emiliano Zapata del citado municipio, cuando fue privado de su libertad.
Posteriormente, fue trasladado a un predio ubicado en la localidad de Charapendo, desde donde Gabriel L., se comunicó con familiares del comerciante para exigirles una importante cantidad de dinero a cambio de su liberación; ante esto, el 5 de febrero fueron entregados 60 mil pesos en efectivo, así como un vehículo de la marca Ford.
Asimismo, se demostró que el 8 de marzo de 2021, otra de las víctimas fue privada de su libertad en las inmediaciones de su domicilio, ubicado en la calle Infiernillo de la colonia Jardines del Bosque, en Uruapan, Posteriormente, fue trasladado a otra zona de la región, donde permaneció privado de su libertad.
Durante su cautiverio, Gabriel L., contactó a la familia de la víctima, exigiendo inicialmente una suma de 5 millones de pesos. Además a lo largo del secuestro, se solicitaron diversas cantidades de dinero a cambio de la liberación de la víctima. Finalmente, se acordó la entrega de dos pagos, lo que condujo a la liberación de la víctima.
El 14 de marzo y el 6 de septiembre de ese mismo año, las víctimas fueron liberadas, lo que llevó a la presentación de ambas denuncias ante la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (UECS), por lo que esta unidad inició las investigaciones, las cuales permitieron identificar y establecer la participación de Gabriel L., quien, en su momento fue detenido con base a una orden de aprehensión y vinculado a proceso.
Tras desahogar cada una de las pruebas recabadas por la Fiscalía, un Tribunal de Enjuiciamiento encontró culpable a Gabriel L., por lo que emitió fallo condenatorio en su contra y lo sentenció a 50 años de prisión por el secuestro de Ignacio J., mientras que por el de Armando O., fue sentenciado a 53 años de prisión, así como a la reparación del daño, resultando un total de 103 años de prisión.