Sylvia Pasquel comparte detalles únicos sobre su testamento y deseos finales.
Ciudad de México.-La reconocida actriz Sylvia Pasquel ha reflexionado sobre su legado y los arreglos para su testamento, inspirada por el reciente fallecimiento de su madre, la icónica Silvia Pinal.
Al igual que la matriarca de la familia Pinal, quien dejó un testamento detallado, Pasquel subraya la importancia de preparar estos documentos para evitar conflictos futuros. Reveló una petición inusual que incluirá en su propio testamento durante una entrevista en *Venga la Alegría*.
“Ahora con esto, yo también he pensado mucho en mi herencia, sí, porque, pues como todos, uno no piensa en hacer el méndigo testamento, pero, pues, ahora que lo tengo que hacer, pues también digo: ‘ah, caray, esto por aquí se podría haber hecho de mejor manera, o ¿por qué hicieron estas cosas y luego hicieron estas otras?'”, compartió la actriz.
La muerte de su madre le proporcionó valiosas lecciones sobre la planificación de testamentos, incluyendo detalles que nunca había considerado. “O sea, como que hay muchos mecanismos a la hora de hacer un testamento, esos son detalles que yo he aprendido de esta experiencia, y de otras de amigos cercanos, que uno tiene que tomar en cuenta a la hora de hacer un testamento, y que sí es importante hacerlo”.
Pasquel, de 75 años, también detalló sus deseos para una ceremonia final alegre y sin velorio tradicional.
“Yo no quiero por ejemplo velorio, yo no quiero que me pongan en una sala ahí, que esté yo ahí (acostada), no, no, yo quiero que me hagan, no una misa, pero una ceremonia, los cristianos tienen una ceremonia muy alegre donde cantan, es muy bonito así, para despedirte, que te cremen”.
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Además, la abuela de Michelle Salas especificó una condición especial para el heredero de su residencia en Acapulco:
“Lo que sí quiero, es que se organice una albercada en mi casa de Acapulco, con mis mejores amigos, los más, más allegados, tequilas, música, karaoke y la fregada, y a la hora de la puesta de sol, me van a enterrar ahí en mi jardincito, viendo a mi bahía, bien a toda madr*. Lo que sí es que no van a poder vender nunca la casa, porque ahí estoy, y estoy checando”.
