Ciudad de México
Los tendedores de deudores alimentarios, así como de otros tipos de denuncia, están amparados por el derecho a la libertad de expresión, de acuerdo con el criterio del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito.
“Los ‘tendederos de denuncia’ que se emplean o publican en los espacios privado y público, constituyen un mecanismo legítimo para visibilizar la violencia de género en ejercicio de la libertad de expresión”, estableció este tribunal federal por medio de una tesis publicada el pasado 15 de agosto.
Esto, dentro de una tesis propuesta por la jueza Julia María del Carmen García González y aprobada por unanimidad, a partir del recurso de amparo presentado por un hombre que se inconformó, luego de que una estudiante de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) lo denunció por violencia sexual, tanto por la vía penal como públicamente, en un tendedero dentro de la misma universidad.
La UAM tomó medidas de protección hacia la estudiante y él se dijo discriminado y hostigado, por lo que presentó una denuncia, pero la fiscalía consideró que no había elementos para proceder, por lo que recurrió al tribunal federal, que tampoco le dio la razón.
Este tribunal ve a los tendederos de denuncia como una herramienta que permite visibilizar violencia de género en casos en donde las afectadas han sido revictimizadas por el sistema de justicia o no se han atendido sus denuncias.
“Los tendederos de denuncia que se desarrollan o difunden en los espacios privado y público, han emergido como una herramienta colectiva mediante la cual, las víctimas de violencia sexual, acoso o discriminación pueden visibilizar sus experiencias en contextos donde las instituciones formales del Estado han sido ineficaces o han perpetuado la impunidad”, estableció.
Es por ello que no los considera como una forma de violencia contra las personas denunciadas, sino como una herramienta de expresión y resistencia que han permitido visibilizar la violencia de género, romper el silencio, crear conciencia colectiva y presionar a las instituciones para que actúen.
“Los tendederos de denuncia son una manifestación legítima de la lucha contra la impunidad y la violencia de género, enmarcada en el derecho fundamental a la libertad de expresión. Su objetivo es romper el silencio, generar conciencia colectiva y exigir respuestas institucionales. Al evidenciar patrones estructurales de violencia y discriminación, su existencia se encuentra protegida constitucional y convencionalmente, de modo que su restricción injustificada podría constituir un acto de censura que vulneraría los derechos de quienes han sido víctimas de esa violencia de género”, se señala.
Con el auge del movimiento #MeToo, surgieron en espacios escolares tendederos en donde se denunciaba a profesores, principalmente por violencia sexual. Posteriormente se popularizaron tendederos en donde se expone a deudore alimentarios. En Michoacán, a cargo durante varios años por la colectiva Deudores Alimentarios Michoacán, que los instalaba con motivo del Día del Padre, pero a partir de este año dejó de hacerlo.