La tensión en Los Ángeles crece por el toque de queda impuesto tras las protestas migratorias contra las políticas de Trump.
La tensión en Los Ángeles aumenta tras la imposición de un toque de queda debido a las manifestaciones en contra de las políticas migratorias de Trump; La alcaldesa Karen Bass decretó la restricción desde las 20:00 horas del martes hasta las 6:00 del miércoles, en respuesta a las protestas contra las redadas del
Las manifestaciones en Los Ángeles
Las manifestaciones comenzaron el viernes pasado, cuando el ICE llevó a cabo operativos masivos en varias áreas de Los Ángeles, arrestando al menos a 44 personas en lugares como Westlake, el centro y el sur de la ciudad.
Cientos de ciudadanos se movilizaron para mostrar su descontento ante lo que consideran una violación de los derechos de los migrantes.
El presidente Trump ha ordenado el despliegue de más de 2,000 miembros de la Guardia Nacional para controlar las protestas, lo que ha sido criticado por el gobernador Gavin Newsom, quien considera esta acción una violación de la soberanía estatal.
Toque de queda
Históricamente, Los Ángeles ha enfrentado varios toques de queda, como el de 1992 tras la absolución de los policías involucrados en el caso Rodney King, que resultó en disturbios y numerosas detenciones.
En 2020, se impuso otro toque de queda debido a las protestas por la muerte de George Floyd, que se extendieron a nivel nacional.
A nivel nacional, los toques de queda se han implementado en emergencias, como durante la Segunda Guerra Mundial en Nueva York, o ante disturbios raciales y protestas por el abuso policial.
Manifestaciones en otras zonas
Las protestas en Los Ángeles han inspirado manifestaciones en otras ciudades como San Francisco, Nueva York, Atlanta y Dallas, donde también se han producido enfrentamientos y arrestos.
La alcaldesa Bass ha pedido calma a los manifestantes, mientras el gobernador Newsom ha anunciado acciones legales contra el gobierno federal por el despliegue de tropas.
Aunque aún se desconoce el alcance de estas medidas, la tensión sigue en aumento.
Comunidades migrantes y organizaciones de derechos humanos han denunciado la militarización y el uso excesivo de la fuerza, mientras que el gobierno federal defiende los operativos como una medida de seguridad nacional.
La situación en Los Ángeles sigue evolucionando, y el país observa atentamente los desarrollos en una de las ciudades con mayor población migrante en Estados Unidos.
