Morelia, Michoacán | Agencia ACG.- En 2025, TikTok dejó de ser solo una red de entretenimiento para convertirse en escenario directo de tragedias reales. Varios casos recientes muestran cómo la vida —y la muerte— pueden transmitirse ante miles de personas en segundos.
En octubre, el influencer y escalador Balin Miller (23 años) murió al caer desde El Capitán en Yosemite mientras un espectador transmitía la escena en vivo.
En mayo, la mexicana Valeria Márquez fue asesinada durante un live en su salón de belleza en Zapopan.
En septiembre, Ashur Sarnaya, refugiado iraquí, fue apuñalado mientras hablaba de su fe en directo desde Lyon.
Días después, el streamer chino Tang Feiji murió al estrellarse el helicóptero que pilotaba mientras transmitía en vivo.
Estos hechos reflejan un fenómeno inquietante: la tragedia convertida en contenido. TikTok amplifica la inmediatez, pero también plantea dilemas éticos sobre los límites entre informar, entretener y exhibir el dolor.
Las redes ya no solo cuentan la historia: la están viviendo en directo.
Fuentes: Los40 / People / The Guardian / LA Times