El icónico director de cine estadounidense Tim Burton fue honrado ayer con una estrella en el emblemático Paseo de la Fama de Hollywood. La ceremonia tuvo lugar frente a la tienda ‘Hollywood Toys & Costumes’, conocida por su temática de Halloween, un lugar significativo para el cineasta.
Burton, de 66 años, descubrió con emoción la estrella número 2,788 mientras cientos de seguidores se reunían para celebrar su trayectoria.
«Cuando descubrí que estaría aquí (la estrella) casi me pongo a llorar porque he estado viniendo aquí desde que era un niño pequeño y la tienda no ha cambiado en absoluto», comentó el director, visiblemente emocionado.
Acompañado por los actores Winona Ryder y Michael Keaton, protagonistas de su última película ‘Beetlejuice Beetlejuice’, que se estrena este viernes, Burton compartió el momento con viejos amigos. Ryder y Keaton, quienes también formaron parte del elenco de la primera entrega de ‘Beetlejuice’, elogiaron la creatividad y la singularidad del cineasta.
“Tim tiene una comprensión tan hermosa y única del corazón humano. Conoce el dolor de los incomprendidos, los raros e inusuales. No solo los entiende, los celebra”, dijo Ryder durante la ceremonia, destacando el impacto emocional de las obras de Burton.
Tim Burton, oriundo de Burbank, California, y graduado del Instituto de las Artes de California (CalArts), ha dejado una marca indeleble en el cine con su estilo distintivo y su enfoque oscuro-gótico. Desde su primer cortometraje ‘Vincent’ en 1982 hasta éxitos como ‘Corpse Bride’, ‘Batman’, y ‘Edward Scissorhands’, Burton ha sido aclamado por su habilidad para capturar lo extraordinario.
Con películas como ‘Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street’, que le valió un Globo de Oro en 2007, y otros reconocidos títulos como ‘Ed Wood’, ‘Sleepy Hollow’, ‘Big Fish’, y ‘Alice in Wonderland’, Tim Burton sigue consolidando su estatus como uno de los más influyentes cineastas de su generación. Su contribución al cine, celebrada en esta emotiva ceremonia, reafirma su legado como un creador visionario.
Fuente: López-Dóriga