Nueva Delhi, India
Según las autoridades, al menos 116 personas murieron este martes 3 de julio por una estampida que se desató al término de un acto religioso en el norte de la India.
“Los que resultaron heridos están recibiendo tratamiento médico y los cuerpos de los fallecidos han sido enviados a diferentes lugares para su autopsia”, dijo a los medios el inspector general de Policía, Shalabh Mathur, del distrito de Aligarh, contiguo al de Hathras, en el estado de Uttar Pradesh, donde sucedió el incidente.
La estampida tuvo lugar en la conclusión de una ceremonia religiosa conocida como “satsang“, organizada por un gurú para la oración colectiva.
Según testigos citados por medios indios, varias personas al marcharse cayeron a una zanja que había a las afueras del recinto, antes de llegar a la carretera, lo que provocó una caída en cadena y que muchos de ellos murieran asfixiados.
El magistrado del distrito de Hathras, Ashish Kumar, indicó que la ceremonia contaba con permiso de las autoridades y que incluso varios policías fueron desplegados en sus inmediaciones.
Por el contrario, el jefe de gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, afirmó que presentaría cargos contra los organizadores del evento, al tiempo que anunció una compensación económica de unos 2 mil 400 dólares para las familias de los fallecidos, y de casi 600 dólares para los heridos.
Al mismo tiempo, el primer ministro indio, Narendra Modi, a quien le transmitieron la noticia mientras intervenía en la Cámara, aseguró que la administración está comprometida en trabajos de socorro y rescate.
Las avalanchas y estampidas son un fenómeno frecuente en las celebraciones religiosas indias y se deben, en gran parte, a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto.