Habitantes señalan falta de cultura de prevención y hacen un llamado a la responsabilidad ciudadana.
Por Yetlanetzi Rojas
Morelia, Michoacán, 24 de mayo 2025.– Un adolescente de 15 años perdió la vida tras caer accidentalmente de su caballo mientras lo bañaba en la presa de Cointzio. El incidente ha generado conmoción entre los habitantes de la zona, quienes señalan que más allá de la presencia de autoridades, es necesaria una mayor responsabilidad por parte de los propios ciudadanos.
La tragedia ocurrió en una zona que a simple vista parece tranquila, pero que, según vecinos y trabajadores del área, oculta diversos peligros como remolinos, raíces sumergidas, pozos naturales y lodo movedizo.
“Las autoridades pueden poner letreros o hacer rondines, pero la gente no entiende. Aquí ves ciclistas pasando a las 2 o 3 de la madrugada y aunque uno les advierte, no hacen caso”, comentó un trabajador del lugar, quien asegura que ha presenciado múltiples accidentes menores.
“Esto se repite porque no hay conciencia; el agua parece tranquila, pero hay remolinos que te jalan y ya no sales. He visto a varios quedar atrapados solo por caminar cerca de la orilla”.
Además, el mismo testigo recuerda el caso de una joven que quedó atrapada entre raíces al borde del agua y no pudo salir por sí sola. “El problema es que no hay ayuda inmediata. Esto está retirado, y cuando uno se entera ya es demasiado tarde”, lamentó.
Cristina, visitante frecuente del lugar, también compartió su preocupación:
“Vengo casi cada ocho días y he visto imprudencias de todo tipo: niños solos en kayak, personas nadando sin saber la profundidad del agua. Falta más prevención, no tanto vigilancia, pero sí avisos claros y accesibles”.
Señaló además los riesgos escondidos en el entorno, donde hay basura cortante, lodo muy resbaloso y zonas que parecen seguras pero no lo son. Esto no es solo un paseo por la naturaleza, hay peligros reales. Además, a veces se ve gente ingiriendo alcohol, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Ambas voces coinciden en que la solución no está solo en la intervención de las autoridades, sino en un cambio de actitud colectiva. La educación y la prevención son claves, aseguran.
La presa de Cointzio, lugar habitual de esparcimiento para familias, ciclistas y deportistas, vuelve a ser escenario de una tragedia que podría haberse evitado. El llamado es claro: más conciencia, más precaución y una mayor cultura de autocuidado, especialmente cuando se trata de zonas naturales que, aunque son atractivas, pueden ser mortales.