Morelia, Michoacán, 18 de septiembre de 2024.- La Comisión Europea (CE) y China abordarán la próxima semana en Bruselas los aranceles de hasta 36.3% que el bloque comunitario quiere imponer a las importaciones de vehículos eléctricos chinos por considerar que están ilegalmente subsidiados, en un momento en que la competitividad de la industria automovilística de la Unión Europea (UE) afronta dificultades.
El vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, recibirá al ministro chino de Comercio, Wang Wentao, el jueves 19 para tratar este asunto, así como otras cuestiones comerciales y económicas.
Este encuentro se suma a los contactos técnicos que están manteniendo las dos partes para intentar llegar a una solución después de que una investigación antisubsidios llevada a cabo por la CE indicara que los coches eléctricos chinos compiten de manera desleal en el mercado comunitario.
Los países de la UE deberán votar antes del fin de octubre sobre la propuesta de la CE de imponer aranceles adicionales de hasta el 36.3% a las importaciones de coches eléctricos chinos.
La Cámara de Comercio de China ante la UE señaló el viernes que la investigación europea “ha distorsionado la igualdad de condiciones para las empresas chinas que operan en la UE”, y alertó de que “socava significativamente tanto el entorno empresarial de la UE como los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático”.
Empresas en crisis
La cuestión de los aranceles a los coches chinos llega en un momento en que la industria europea del automóvil tiene problemas de competitividad con amenazas cada vez más patentes a la producción de vehículos eléctricos.
El fabricante de vehículos Stellantis ha anunciado la suspensión por casi un mes de la producción de su coche eléctrico Fiat 500 por escasa demanda, mientras que el grupo automovilístico alemán Volkswagen valora, por primera vez, el cierre de al menos un centro de producción en Alemania.
A principios de julio, Audi comunicó igualmente una reestructuración de su planta en Bruselas para poner el fin a la producción del modelo eléctrico Q8 e-tron, el único modelo que se fabrica en las instalaciones, una decisión que supondría el despido de unos mil 500 empleados en una primera fase.
En opinión del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y antiguo primer ministro italiano, Mario Draghi, el sector de la automoción “es un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial”.
La cuota de mercado de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos en Europa pasó del 5% en 2015 a casi el 15% en 2023, mientras que la cuota de los fabricantes europeos cayó del 80% al 60%.
Tormenta perfecta
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) explicó a EFE que el sector afronta una “tormenta perfecta” de feroz competencia mundial, aumento de los costos de la actividad empresarial, una espiral inflacionista, un proteccionismo creciente y un panorama geopolítico cambiante.
“Estamos invirtiendo miles de millones en soluciones para hacer frente a retos sociales compartidos como la descarbonización, pero debemos volver a situar la competitividad en el centro de las políticas de la UE”, señaló la directora general de ACEA, Sigrid de Vries.
A su juicio, la UE y sus Estados miembros deben “pisar el acelerador y dar una respuesta sólida y coherente” al informe del italiano, apoyando proyectos europeos comunes en las áreas más innovadoras, con mención específica a los vehículos eléctricos europeos pequeños y asequibles. (CON INFORMACIÓN DE: LATINUS)