La emoción del automovilismo quedó opacada por la polémica luego de que circulara un video en redes sociales donde se observa a dos vendedores manipulando lo que parecen ser vasos de cerveza con agua dudosa, durante la carrera de la NASCAR Xfinity Series en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Las imágenes, grabadas aparentemente por un asistente desde las gradas, muestran a los sujetos vertiendo líquido en los vasos antes de entregarlos al público. Aunque algunos internautas señalaron que podrían estar simplemente manipulando hielos, la mayoría coincidió en que la escena deja más preguntas que certezas.

En redes, el debate se encendió, en el que algunos usuarios pidieron no apresurarse con las conclusiones: “No vi agua escurriendo, tal vez estaban metiendo hielos, aunque igual es antihigiénico”, comentó una persona. Sin embargo, otros fueron más tajantes: “Los filtros sanitarios han sido rebasados. Hagan algo”, exigió otro.

Más allá del debate sanitario, el hecho desató una ola de comentarios que oscilaron entre el enojo, la resignación y la burla. Algunos usuarios denunciaron prácticas similares en conciertos y otros eventos masivos, señalando que este tipo de irregularidades “siempre han existido y nadie hace nada”.

Otros, con tono más sarcástico o incluso agresivo, usaron el incidente para lanzar críticas sociales y políticas, generalizando sobre la cultura de la trampa o burlándose del público que asistió al evento.

La polémica no se limitó a los vendedores, muchos asistentes y usuarios señalaron directamente a los organizadores, especialmente a Ocesa, responsable de la logística del evento, por no garantizar estándares mínimos de higiene en la venta de alimentos y bebidas.

“Ya es hora de que vigilen lo que hacen sus vendedores, esto es inaceptable”, escribió un usuario. “Esto ocurre en todos los conciertos, festivales, partidos. Y nadie pone orden”, agregó otro.

Hasta el momento, no ha habido un posicionamiento oficial por parte de las autoridades sanitarias ni de los organizadores del evento. Sin embargo, la viralización del video podría motivar inspecciones futuras y medidas más estrictas para garantizar condiciones salubres en espectáculos masivos.

Mientras tanto, el escándalo deja en evidencia la necesidad urgente de reforzar los controles en eventos con alta afluencia y garantizar prácticas para el consumo del público.

Fuente: Excelsior