El Hijo del Santo realiza un acto simbólico al quitarse la máscara durante una entrevista televisiva.
Morelia, Michoacán.- El Hijo del Santo, figura icónica de la lucha libre en México, está próximo a retirarse tras una exitosa carrera de más de cuatro décadas. Recientemente, anunció su gira de despedida que incluirá 11 emocionantes encuentros, comenzando el 22 de septiembre.
Antes de iniciar su última gira, el Hijo del Santo participó en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante en el programa “El Minuto Que Cambió Mi Destino”. Durante la entrevista, se produjo un momento inesperado cuando se quitó la máscara en vivo.
Aunque inicialmente reticente ante la solicitud de Infante, el luchador finalmente accedió, realizando un truco para no revelar su identidad completamente. Las luces del estudio se apagaron, mostrando solo las siluetas de los presentes mientras el Hijo del Santo se levantaba y cambiaba su máscara por otra antes de entregar la original a Infante.
Cuando las luces regresaron, Infante mostró la máscara mientras la cámara revelaba al Hijo del Santo con una nueva máscara, esta vez dejando su barbilla al descubierto.
Previo a este acto, el luchador expresó su descontento con que su padre, el Santo original, se quitara la máscara en un programa en vivo, poco antes de fallecer. “Mi papá lo hizo, pero a mí no me gustó que lo hiciera”, declaró.
El incidente de 1984, cuando el Santo reveló parte de su rostro en el programa “Contrapunto” de Jacobo Zabludovsky, también fue recordado. Santo Jr. lamentó cómo Zabludovsky congeló la imagen para exponer el rostro de su padre, algo que consideró una traición. “Mi papá se enojó y marcó al aire y dijo “licenciado yo nunca me quité la máscara, yo tuve la confianza de mostrar un poco mi rostro”, pero Jacobo aprovechó la oportunidad. A mí me dolió mucho y de hecho le reproché a mi papá”.
Santo Jr. reflexionó sobre las motivaciones de su padre para revelar su identidad, sugiriendo que buscaba reconocimiento no solo para el personaje del Santo, sino también para Rodolfo Guzmán, el hombre detrás de la máscara.