Morelia, Michoacán, 23 de junio de 2025.- La diputada Xóchitl Ruíz González llegó al Congreso del Estado ocupando un espacio plurinominal reservado por acción afirmativa para personas pertenecientes a la comunidad LGBTQI+, hecho que evidencia el desdén y uso político en contra del derecho de este sector de la población.

Sin embargo, colectivos de diversidad sexual han denunciado que la legisladora, entonces del PRI y ahora del Partido Verde, nunca ha tenido participación real en favor de los derechos de esta comunidad y que su autoadscripción responde a un uso oportunista de vacíos legales en el marco electoral.

Organizaciones civiles y activistas han señalado que Ruíz González simuló pertenecer al sector LGBTQI+ sin haber trabajado previamente en causas relacionadas, repitiendo una práctica denunciada previamente en el caso del exdiputado local Fidel Calderón Torreblanca, quien también usurpó una curul bajo este mecanismo de inclusión.

Ambos personajes, lejos de representar a la diversidad, han sido señalados por vulnerar sus derechos, generando un profundo malestar en los colectivos.

La imposición de estas figuras en espacios destinados a grupos históricamente discriminados representa una traición a los principios de equidad e inclusión, solo utilizando la bandera LGBTQI+ como acomodo político.

En declaraciones públicas, Xóchitl Ruíz ha defendido su inclusión asegurando que cumplió con los requisitos legales. No obstante, ni dentro del PRI ni en su actual militancia en el PVEM ha impulsado iniciativas específicas para la población LGBTQI+, ni ha tenido presencia en actividades o agendas del colectivo.

La diputada también defendió su autoadscripción diciendo que no estaba obligada a revelar su identidad dentro de la comunidad LGBTQI+, y que ello sería “área privada”. De igual manera afirmó contar con trabajo legislativo a su favor.

Sin embargo, en su momento hubo denuncias y señalamientos de grupos dentro del PRI quienes evidenciaron que no hay reconocimiento alguno de sus aportes reales en este tema .

A esto se suma que colectivos como “Michoacán es Diversidad” y “Unidos por la Diversidad” han exigido que se sancione la simulación de la diputada y se garantice que las acciones afirmativas sean ocupadas por personas con identidad, trayectoria y compromiso comprobables con la comunidad.

“La diputada ha cambiado de partido, pero no de actitud frente a la causa que dice representar”, han señalado colectivos.

La simulación política no solo afecta la representatividad, también perpetúa la exclusión de quienes verdaderamente luchan por sus derechos desde el activismo.